Cada cierto tiempo Dios envía a nuestro mundo algunos hombres extraordinarios que hacen de puente entre la tierra y el cielo, y ayudan a que miles de hombres puedan gozar del Paraíso eterno. El siglo XX nos dejó uno especialmente singular: el Padre Pío de Pietrelcina, un religioso capuchino nacido en ese pequeño pueblo del sur de Italia y muerto en 1968 en San Giovanni Rotondo. San Juan Pablo II lo elevó a los altares en 2002 en una canonización que batió todos los récords de asistencia. Hoy se puede decir que es el santo más venerado en Italia.

Fuente: Álex Rosal / ReL 10 septiembre 2014

El Padre Pío recibió unos dones especiales por parte de Dios como el discernimiento de las almas y su capacidad para leer las conciencias; curaciones milagrosas; la bilocación; el don de lágrimas; el perfume a rosas que desprendía y, sobre todo, los estigmas en pies, manos y costado que padeció durante 50 años. 

A lo largo de su vida escribió miles de cartas a sus dirigidos espirituales que son una fuente de sabiduría cristiana práctica y de gran actualidad.

Un paso aldia.com ofrece a sus lectores esta pequeña selección de pensamientos del Padre Pío ante el sufrimiento, extraídos, precisamente, de esas cartas. No tienen desperdicio. Dan esperanza y elevan el alma:

1.-  «Si puedes hablar al Señor en la oración, háblale, ofrécele tu alabanza; si por mucho cansancio no puedes hablar, no te disgustes en los caminos del Señor. Detenté en la habitación como los servidores en la corte y hazle reverencia. El te verá, le gustará tu presencia, favorecerá tu silencio y en otro momento encontrarás consuelo cuando él te tome de la mano”.

2.- «Cuanta más amargura tengas, más amor recibirás”.

3.- «Jesús quiere llenar todo tu Corazón”.

4.- «Dios quiere que vuestra incapacidad sea la sede de su omnipotencia”.

5. – «La fe es la antorcha que guía los pasos de los espíritus desolados».

6.- «En el tumulto de las pasiones y de las vicisitudes adversas nos sostenga la grata esperanza de la inagotable misericordia de Dios”.

7.- «Ponga toda la confianza sólo en Dios”.

8.- «El mejor consuelo es el que viene de la oración”.

9.- «No temas por nada. Al contrario, considérate muy afortunado por haber sido hecho digno y participe de los dolores del Hombre-Dios”.

10.- «Dios os deja en esas tinieblas para su gloria; aquí está la gran oportunidad de vuestro progreso espiritual”.

11.- «Las tinieblas que a veces oscurecen el cielo de vuestras almas son luz: por ellas, cuando llegan, os creéis en la oscuridad y tenéis la impresión de encontraros en medio de un zarzal ardiendo. En efecto, cuando las zarzas arden, todo alrededor es una nubarrada y el espíritu desorientado teme no ver ni comprender ya nada. Pero entonces Dios habla y se hace presente al alma, que vislumbra, entiende, ama y tiembla”.

12.- «Jesús mío, es el amor que me sostiene”.

13.- «La felicidad sólo se encuentra en el cielo”.

14.- «Cuando os veáis despreciados, haced como el Martín Pescador que construye su nido en los mástiles de las naves es decir, levantaos de la tierra, elevaos con el pensamiento y con el corazón hacia Dios, que es el único que os puede consolar y daros fuerza para sobrellevar santamente la prueba”.

15.- «Ten por cierto que cuanto más crecen los asaltos del demonio tanto más cerca del alma está Dios».

16.- «Bendice el Señor por el sufrimiento y acepta beber el cáliz de Getsemani”.

17.- «Sé capaz de soportar las amarguras durante toda tu vida para poder participar de los sufrimientos de Cristo”.

18.- «El sufrimiento soportado cristianamente es la condición que Dios, autor de todas las gracias y de todos los dones que conducen a la salvación, ha establecido para concedernos la gloria”.

19.- «Recuerda que no se vence en la batalla si no es por la oración; a ti te corresponde la elección”.

20.- «La oración es la mejor arma que tenemos; es una llave que abre el corazón de Dios”.