Construir paz significa abandonar y construir algo. Isaías nos dice que abandonemos lo malo, los planes y los caminos errados, pero que nos dediquemos, según Jesús, a trabajar en su viña». Tanto dolor, desesperanza y desconsuelo hay en el mundo. Orar por la Paz es acoger la tristezas de nuestros hermanos y pedir para ellos y nosotros la protección de Nuestra Madre Eterna.

En el lugar del mundo donde te encuentres, haz esta plegaria por tu país, ciudad y pueblo donde habites y recuerda también de dónde eres.
(Mencionar aquí el nombre de su ciudad).
Rogamos ante Ti, el Sagrado Corazón de Jesús, por todos los que en este día y noche, en esta gran ciudad, se encuentran en mayor necesidad de Tu misericordioso amor y protección; Señor, escúchanos;
De las almas acosadas por la tentación, ten piedad;
De aquellos que han caído en el pecado, ten piedad;
De aquellos que se han dado a las cosas mundanas y se han olvidado de Ti, ten piedad:
De aquellos que en este momento están en peligro de perderte para siempre, ten piedad;
Haz que aquellos que están tentando a los demás, Que se conviertan a Tu amor; Por Tu agonía, sálvalos, Jesús: ten piedad;
De aquellos que llevan a cabo negocios malvados y se enriquecen con el pecado; De aquellos en los medios de comunicación y entretenimiento que llevan a otros a alejarse de Dios; ten piedad;
De las víctimas del pecado; De aquellos que realizan actos pecaminosos; De todos los que ponen en riesgo sus almas por la autoindulgencia y el lujo; Por Tus flagelaciones, sálvalos, Jesús: Señor, escúchanos;
De todos ellos, los desposeídos, los agotados, los hambrientos, de aquellos tentados por el suicidio, de los que son adictos en cualquier forma, ten piedad;
A aquellos que están dedicados a rescatar a otros en cuerpo y alma, otórgales tu ayuda y protección.
A aquellos en trabajos peligrosos, en especial, la Policía, los que se dedican al transporte, los Bomberos, los que están en las Fuerzas Armadas, permite que Tu presencia esté entre ellos, Jesús;
A los enfermos y los que sufren y por todos los que soportan cualquier agonía de la mente, el cuerpo y el alma, confórtalos, Jesús;
A todos los que se van a someter a cirugía y a los que van a operarlos, Jesús ayúdalos en cuerpo y alma;
Los que no pueden dormir, los solitarios y aquellos que no se sienten queridos, mantente cerca de ellos, Jesús;
A aquellos que viven en el temor o la angustia, cálmalos Jesús;
A los dementes, y aquellos con enfermedades mentales, mantenlos en tu poder, Señor;
A aquellos que cuidan de los dementes, hazlos tiernos de corazón y compasivos;
A los médicos y enfermeras, dales fidelidad y simpatía;
A los sacerdotes y doctores llamados este día y esta noche, recompénsalos, Jesús;
Por Tu corona de espinas, líbralos, Jesús; Señor, escúchanos;
A aquellos que deben sufrir el luto, visítalos y sostenlos, Jesús;
Por aquellos para quienes hoy será su última noche en la Tierra, le rogamos a San José que los ayude a profundizar su arrepentimiento; Señor Jesús, recibe sus almas;
Por aquellos a los que una muerte repentina llama a Tu juicio, Jesús ten piedad de ellos;
Por aquellos que mueren rechazando el ministerio de la Iglesia; Jesús ten piedad de ellos;
Por aquellos que mueren inconscientes; Jesús, ten piedad de ellos;
Por aquellos que mueren ciegos a sus pecados; Jesús, ten piedad de ellos;
Por las almas de los no creyentes y los herejes que están cerca de la muerte, rogamos tu Divina Misericordia, Señor Jesús;
De aquellos temerosos de morir, convierte su tristeza en alegría;
De los sacerdotes, religiosos y todos los católicos moribundos, ten piedad y recíbelos Señor;
Por nosotros y aquellos en nuestra familia, en nuestra última hora, otórganos el perdón de nuestros pecados y nuestras omisiones a través de la intercesión de San José, Patrón de los moribundos, y otórganos una muerte feliz;
Por Tu santa muerte, líbralos, Jesús;
En nombre de aquellos que no han dicho una plegaria hoy, en esta ciudad, permítenos decir.. 1 Padre Nuestro, 1 Ave María y 1 Gloria…
En nombre de aquellos que se olvidan de Dios, ya sea para alabarlo o siquiera para darle gracias, digamos..

Las Divinas Alabanzas:
Bendito sea Dios
Bendito sea Su Santo Nombre
Bendito sea Jesucristo, hombre y Dios verdadero
Bendito sea el nombre de Jesús
Bendito sea Su más Sagrado Corazón
Bendita sea Su más Preciosa Sangre
Bendito sea Jesús en el Sacramento más Sagrado del altar
Bendito sea el Espíritu Santo, el Paráclito
Bendita sea la gran Madre de Dios, la Santísima Virgen María
Bendita sea su Inmaculada Concepción
Bendita sea su gloriosa Asunción
Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre
Bendito sea San José, su Casto Esposo
Benditos sean Dios y Sus Ángeles, así como sus Santos
A manera de reparación en nombre de aquellos que blasfeman, de los irreverentes en la Iglesia y durante la misa, y antes del Sagrado Sacramento, digamos..
“Bendito, alabado, santificado y venerado y adorado sea Jesucristo en Su Trono de Gloria y en el más Sagrado Sacramento del Altar”.
Y para aquellos que rezan por la conversión y la protección de su ciudad y familia a través del Amor de Dios en Todo el Mundo, digamos:
“Sálvanos, Señor, mientras estamos despiertos; protégenos mientras dormimos, que podamos mantener la vigilia con Cristo y descansar con Él en paz; y que el Señor nos otorgue un día y una noche tranquilos y un perfecto final”. Nuestra Señora de ………. (tu advocación o la de tu país), bendícenos este día y esta noche. Amén.
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