Durante la pasión y la muerte de Jesús, la Virgen sufrió tanto como puede humanamente sufrirse, pero conservando intacta su fe, su esperanza, su confianza total en el Padre. Pidamos hoy la FE de María.
Qué hubiese pasado
Si ella hubiese dicho que no,
o ignorado, o dilatado,
el anuncio de tu ángel de amor.
En cambio creyó, en tu palabra
Y se hizo tu esclava,
en un acto perfecto y de fe
Y hoy, quiero ser como Ella
Y amarte aunque duelan,
las espinas y el camino de la cruz.
Dame la fe señor,
La fe de María Para decirte sí,
un Sí sin medidas;
Dame la fe señor, la fe de María
Para renunciar a mí y entregarte mi vida mi vida.
Aunque traspasaron con una espada su corazón
Y su alma lloró, el dolor de tus heridas
A los pies del madero se quedó
Y por creer, ella es Reina y Señora
Y tú nos incorporas a tu eterna familia de amor.
Y yo en tu amor quiero permanecer
Postrado a tus pies,
Es lo único que un día Llevaré.
Dame la fe señor,
La fe de María Para decirte sí,
un Sí sin medidas;
Dame la fe señor, la fe de María
Para renunciar a mí y entregarte mi vida.
La Fe de María Ítala Rodriguez, Son By Four; Dones Mp3
Entrevista al Papa sobre la Pandemia Covid19