Contra este gran peso del mal que existe en el mundo y que abate al mundo, el Señor pone otro peso más grande, el del amor infinito que entra en este mundo
Oración propuesta por Misioneros de la Santísima Eucaristía, Oración publicada originalmente en el sitio de la Adoración perpetua de España-
PETICIÓN DE PERDÓN A JESÚS EN NOMBRE DE TODA LA HUMANIDAD
Señor Jesús, nos arrodillamos ante Ti, reconociendo tu presencia real en el Santísimo Sacramento. Te agradecemos inmensamente tu permanencia con nosotros y la fe que nos has dado.
Con profundo dolor sentimos que tantos hombres, redimidos por Ti, te olviden y ofendan; que en tantos Sagrarios estés solitario y en tantos hogares no seas invitado.
Nosotros, arrepentidos de nuestros pecados, queremos en la medida de nuestras fuerzas hacerte compañía por cuantos te abandonan, y dedicarte completamente nuestra vida, como ofrenda y desagravio a tu Corazón lleno de amor hacia nosotros.
Santa María, Madre nuestra, confiamos en tu Inmaculado Corazón para que nos alcances gracias para perseverar en la fe, animados por la esperanza y vivir la caridad, como satisfacción por nuestros pecados y para la salvación del mundo.
Por todas las blasfemias, sacrilegios, profanación de fiestas, que se cometen contra el nombre de Dios y contra sus Templos.
-Perdón, Señor, Perdón.
- Por todos los ataques a la Iglesia, persecuciones, y propagandas de ateísmo.
- Por los apóstatas, los que desprecian el Magisterio de los Papas y todos los falsos profetas.
- Por todos los actos inhumanos de violencia, asesinatos, torturas, malos tratos; robos, estafas, extorsiones.
- Por todas las opresiones de gobierno, de esclavitud, de delincuencia; y todas las injusticias laborales, sociales, familiares.
- Por toda la inmoralidad y corrupción: en el trabajo, en las relaciones, espectáculos, diversiones, modas, lecturas, bebidas, drogas.
- Por todos los pecados de escándalo y de respeto humano.
- Por todos los pecados contra la santidad de la familia y contra el amor fraterno.
- Por los sacerdotes indignos, por los políticos ambiciosos, por todos los abusos de autoridad.
- Cristo Jesús, pedimos en especial a tu Corazón que concedas gracias abundantes a los más necesitados; y que nunca permitas nos apartemos de Ti; sino que aprehendiendo en Tu Corazón nuestros sentimientos y juicios cada día nos parezcamos más a Ti.
Amén.
Perdón, Señor, perdón
- Por los sacrilegios, robos y blasfemias contra la Sagrada Eucaristía,
- Por tantos lugares del mundo donde los sacerdotes y fieles no pueden celebrar libremente la Santa Misa o se ven obligados a hacerlo en secreto por persecución.
- Por las faltas de respeto e impiedad en las iglesias y ante el Sagrario
- Por la dejadez y abandono al dejar de asistir a la Santa Misa dominical
- Por la omisión en tantos bautizados al rechazar la confesión y comunión por Pascua
- Por las faltas de inconsciencia en familiares de personas moribundas al dejar que fallezcan sin la asistencia de los sacramentos
- Por la despreocupación respecto de la primera y frecuente Comunión de los niños
- Por las comuniones tibias y frías
- Por las comuniones sacrílegas
- Por los sacerdotes que celebran la Santa Misa en condiciones personales inadecuadas, o por enseñar una vida litúrgica y eucarística contraria a la que manda la Iglesia
- Por la conciliación de la Misa y la recepción de la Sagrada Comunión con vidas incoherentes y vacías de fervor,
- Por la persecución sistemática, violenta o solapada, de los sacerdotes, fieles y personas cristianas que confiesan su Fe en Cristo.
Oración:
Señor nuestro, Jesucristo, que has querido permanecer en el Sacramento hasta la consumación de los siglos para dar a tu Padre una gloria infinita y a nosotros el aliento de la inmortalidad; que te has expuesto a todos los ultrajes de los impíos antes de abandonar a tu Iglesia; concédenos la gracia de llorar con verdadero dolor los ultrajes y descuidos que cometen los hombres contra el mayor de los sacramentos, danos celo eficaz para reparar los oprobios que has sufrido en este misterio inefable. Tú que vives y reinas con Dios Padre, en unión del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
Alabanzas de Desagravio
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre.
Bendito sea el nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo Esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.
Amen.ORACIONES DE DESAGRAVIO
Por tanto que se ofende a Dios, hagamos reparación y desagravio. Pidamos perdón y misericordia.
Acto de desagravio
Después de cada invocación se responde:
«Te rogamos, escúchanos»
- Señor perdona todos los sacrilegios eucarísticos.
- Señor perdona todas las santas comuniones indignamente recibidas.
- Señor perdona todas las profanaciones al santísimo sacramento del altar.
- Señor perdona todas las irreverencias en la Iglesia.
- Señor perdona todas las profanaciones, desprecios y abandono de los sagrarios.
- Señor perdona todos los que han abandonado la iglesia.
- Señor perdona todo desprecio de los objetos sagrados.
- Señor perdona todos los que pasaron a las filas de tus enemigos
- Señor perdona todos los pecados del ateísmo
- Señor perdona todos los insultos a tu santo nombre.
- Señor perdona toda la frialdad e indiferencia contra tu amor de redentor
- Señor perdona todas las irreverencias y calumnias contra el Santo Padre
- Señor perdona todo desprecio de los obispos y sacerdotes.
- Señor perdona todo desprecio hacia la santidad de la familia.
- Señor perdona todo desprecio a la vida humana.

ACTO DE DESAGRAVIO COMPUESTO POR S.S. PÍO XI
¡Oh dulcísimo Jesús, cuyo inmenso amor a los hombres no ha recibido en pago, de los ingratos, más que olvido, negligencia y menosprecio! Vednos postrados ante vuestro altar, para reparar, con especiales homenajes de honor, la frialdad indigna de los hombres y las injurias con que, en todas partes, hieren vuestro amantísimo Corazón.
Mas recordando que también nosotros alguna vez nos manchamos con tal indignidad de la cual nos dolemos ahora vivamente, deseamos, ante todo, obtener para nuestras almas vuestra divina misericordia, dispuestos a reparar, con voluntaria expiación, no sólo nuestros propios pecados, sino también los de aquellos que, alejados del camino de la salvación y obstinados en su infidelidad, o no quieren seguiros como a Pastor y Guía, o, conculcando las promesas del Bautismo, han sacudido el suavísimo yugo de vuestra ley.
Nosotros queremos expiar tan abominables pecados, especialmente la inmodestia y la deshonestidad de la vida y de los vestidos, las innumerables asechanzas tendidas contra las almas inocentes, la profanación de los días festivos, las execrables injurias proferidas contra vos y contra vuestros Santos, los insultos dirigidos a vuestro Vicario y al Orden Sacerdotal, las negligencias y horribles sacrilegios con que es profanado el mismo Sacramento del amor y, en fin, los públicos pecados de las naciones que oponen resistencia a los derechos y al magisterio de la Iglesia por vos fundada.
¡Ojalá que nos fuese dado lavar tantos crímenes con nuestra propia sangre! Mas, entretanto, como reparación del honor divino conculcado, uniéndola con la expiación de la Virgen vuestra Madre, de los Santos y de las almas buenas, os ofrecemos la satisfacción que vos mismo ofrecisteis un día sobre la cruz al Eterno Padre y que diariamente se renueva en nuestros altares, prometiendo de todo corazón que, en cuanto nos sea posible y mediante el auxilio de vuestra gracia, repararemos los pecados propios y ajenos y la indiferencia de las almas hacia vuestro amor, oponiendo la firmeza en la fe, la inocencia de la vida y la observancia perfecta de la ley evangélica, sobre todo de la caridad, mientras nos esforzamos además por impedir que seáis injuriado y por atraer a cuantos podamos para que vayan en vuestro seguimiento.
¡Oh benignísimo Jesús! Por intercesión de la Santísima Virgen María Reparadora, os suplicamos que recibáis este voluntario acto de reparación; concedednos que seamos fieles a vuestros mandatos y a vuestro servicio hasta la muerte y otorgadnos el don de la perseverancia, con el cual lleguemos felizmente a la gloria, donde, en unión del Padre y del Espíritu Santo, vivís y reináis, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.
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