¡Viva Cristo Rey y Nuestra Señora de Guadalupe!
Muy querida tía: Estoy sentenciado a muerte.
A las 8 y media se llegará el momento que tanto he deseado, te doy las gracias por todos los favores que me hiciste tú y Magdalena.
No me encuentro capaz de escribir a mi mamacita, si me haces el favor de escribirle a mi mamá y a María S.
Dile a Magdalena que conseguí con el teniente que me permitiera verla por último. Yo creo que no se me negará a venir.
Salúdame a todos y tú recibe, como siempre y por último el corazón de tu sobrino, que mucho te quiere y verte desea.
¡Cristo vive, Cristo reina, Cristo impera! ¡Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe!
José Sánchez del Río que murió en defensa de su fe. No dejen de venir. Adiós.
