MARTES 04/01/2022Reflexión Diaria del Evangelio Tiempo de Navidad

Tiempo de Navidad,
Bendito el que viene en nombre del Señor. El Señor es Dios y él nos ilumina. Sal 117, 26. 27
La vida y las enseñanzas de Jesús de Nazaret.: Más parábolas junto al mar.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Marcos (6, 34-44)

“ÉL LES ORDENÓ QUE HICIERAN SENTAR A TODOS EN GRUPOS, SOBRE LA HIERBA VERDE, Y LA GENTE SE SENTÓ EN GRUPOS DE CIEN Y DE CINCUENTA.”

Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.
Como se había hecho tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron: «Este es un lugar desierto, y ya es muy tarde.
Despide a la gente, para que vaya a las poblaciones cercanas a comprar algo para comer».
El respondió: «Denles de comer ustedes mismos». Ellos le dijeron: «Habría que comprar pan por valor de doscientos denarios para dar de comer a todos».
Jesús preguntó: «¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver». Después de averiguarlo, dijeron: «Cinco panes y dos pescados».
El les ordenó que hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde,
y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta.
Entonces él tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente.
Todos comieron hasta saciarse,
y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de pescado.
Los que comieron eran cinco mil hombres.

Palabra del Señor R. Gloria a ti Señor Jesús.

Paraguay “Tierra de María”

“pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran”

MEDITACIÓN

“ES URGENTE QUE RESPONDAMOS POSITIVAMENTE CON GESTOS CONCRETOS DE AMOR SOLIDARIO PARA COMPARTIR EL PAN MATERIAL Y ESPIRITUAL.”

En el texto de hoy aparece la expresión de Jesús que al ver la muchedumbre se “compadeció” (esto es, padeció con: sufriendo todos los sufrimientos de esa gente) de la gente porque veía que había cansancio, hambre, tantas necesidades por enfermedad, angustia, desesperación, entre otras cosas. ¿Un padre dejaría que sus hijos pasaran necesidades si los puede ayudar? Si un padre de familia ve que su hijo o hija está sufriendo o pasando una necesidad que no puede resolver, estamos seguros de que resolverá ayudar a su hijo porque lo ama incondicionalmente. Si tuviéramos los datos estadísticos estaríamos asustados por la cantidad de gente que pasa hambre en comparación a todas las inversiones que se hacen para la producción de armas de guerra y todo el sistema logístico para sostener ese mundo. Pero también está el hambre de Dios, de la verdad, de la justicia, del amor, de la solidaridad, porque al pasar el tiempo la gente se va volviendo más insensible e indiferente ante las necesidades de los demás.

Atención, así como muchos tienen hambre de la comida material y no tienen a nadie que les dé un pedazo de pan, de la misma manera tanta gente tiene hambre de Dios y de su Palabra, y nadie les facilita. Por eso la necesidad de responder con generosidad ante el llamado de las necesidades de los hermanos, es urgente que respondamos positivamente con gestos concretos de amor solidario para compartir el pan material y espiritual con tanta gente que debe recibir esa gracia.


De ahí que Jesús les dice “denles ustedes mismos de comer”. Imaginemos a la gran cantidad de gente que iba detrás de Jesús hasta por los lugares impensados, a lugares desérticos, sin tener en cuenta ni las privaciones, ni el cansancio, ni las adversidades que pudieran pasar. Ahí se nota el gran impacto que tenía Jesús en la vida de ellos, por los signos que hacía. Como veía que la gente ya estaba con hambre, pide a los mismos apóstoles para que den de comer a esa multitud. Y dicen que tiene sólo tenemos cinco panes y dos pescados. Pero Jesús les pide que pongan todo lo que tenían, así lo hicieron y Él pronuncia la bendición sobre lo que entregaron y se produce el milagro de la multiplicación de los panes y pescados. Esta multiplicación es el milagro de la comunicación de la vida divina que se nos da por medio de Jesucristo, pues vino para darnos Vida y Vida en abundancia (cf. Jn 10,10).


Ocurre un gran signo delante de todos, la multiplicación de los panes y pescados y el
compartir entre todos esa Gracia recibida por amor; esa Gracia alcanza a quienes estaban ahí y sobró para hacer llegar todavía a mucha gente, a personas creyentes y no creyentes también.

El Señor nos pide que le demos lo poco que somos y tenemos, que le entreguemos, que le consagremos y Él se encargará de hacer el milagro para que todo eso sea una fuente de abundancia en el amor, en la misericordia, en gestos concretos de solidaridad para con los hermanos. Estamos en tiempo complicados a nivel mundial, y como cristianos estamos llamados a compartir con quienes más necesitan en nuestro entorno de vida. Recordemos que quien siembra tacañamente, tacañamente cosechará, y quien siembra generosamente, generosamente cosechará. La solidaridad es servir al hermano que necesita, ayudando de distintas maneras. “El servicio siempre mira el rostro del hermano, toca su carne, siente su projimidad y hasta en algunos casos la ´padece´ y busca la promoción del hermano” (Francisco, Fratelli tutti, n. 115).

SANTORAL

GOTAS DE AMOR

@sanjuanmariavianney “El nutrimento del alma es el cuerpo y la sangre de un Dios. ¡Si uno lo piensa, se puede perder por la eternidad en este abismo de amor!”

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