“Tú eres el Hijo de Dios”
Toda la tierra se postra ante ti, Señor, y canta en tu honor, en honor de tu nombre. Sal 65, 4
Paraguay “Tierra de María”
San Fabián, Papa y Mártir (ML). San Sebastián, Mártir (ML)
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Marcos (3,7-12)
“como sanaba a muchos todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre él para tocarlo.”
Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, y lo siguió mucha gente de Galilea. Al enterarse de lo que hacía, también fue a su encuentro una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la región de Tiro y Sidón. Entonces mandó a sus discípulos que le prepararan una barca, para que la muchedumbre no lo apretujara. Porque, como sanaba a muchos todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre él para tocarlo. Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies, gritando: “¡Tú eres el Hijo de Dios!”. Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo pusieran de manifiesto.
Palabra del Señor R. Gloria a ti Señor Jesús.
MEDITANDO CON LOS SANTOS

SANTORAL
MEDITACIÓN
“Nosotros desde el momento de conocerlo y seguirlo, también quedamos así encantados en el seguimiento del Maestro.”
En este texto encontramos que acudía a Jesús gente de todas partes, personas enfermas de todo tipo pidiéndole ayuda. Lo cual hace notar que era muy reconocido, teniendo una fama en todas esas regiones. Era muy amado como el Maestro por toda esa gente; estaba enseñando desde la barca como el Médico que les traía la sanación. Es notorio que los demonios lo rechazaran, reconociéndole quién era, el Hijo de Dios. Tanta confianza le tenían, que se vencía cualquier obstáculo hasta llegar donde estaba Jesús, quien con todo el amor les atendía, enseñaba, sanaba y liberaba.
Rescatamos también que la gente estaba seducida, cautivada por las palabras de Jesús, porque sus mensajes calaban profundamente debido a la santidad de su vida, en su trato era súper bondadoso y tierno, haciendo el bien particularmente a los más necesitados y atribulados por cualquier enfermedad, quienes acudían a Él en masa. Estaba toda esa gente tan entusiasmada y agradecida con Él que lo seguía a todas partes, se mostraban dóciles para acoger sus enseñanzas.
Así como esa gente queda seducida por lo fascinante de la novedad del Reino de Dios que presenta Jesús, nosotros desde el momento de conocerlo y seguirlo, también quedamos así encantados en el seguimiento del Maestro, viviendo conforme al espíritu que nos enseña, practicando en todo lo que hemos recibido a través de la Palabra de Dios. El discípulo que esté lleno de Jesús, obrará así como Él obró, su modelo principal para toda su vida; serán los gestos y palabras de Jesús que lo ayudarán. Entenderá que debe obrar bondadosa y misericordiosamente siempre y con todos, particularmente dedicando tiempo de calidad a los más necesitados y atribulados de nuestros tiempos. Los demonios también lo reconocían como el Hijo de Dios. Esos espíritus impuros son los enemigos de su Presencia y su Proyecto de Salvación que nos entrega a todos nosotros, y que siguen obrando desde tantas situaciones y estructuras en el mundo.
Se nos presenta lo positivo del proyecto de Jesús: llegar a constituir una nueva comunidad, enfocada a atender a las masas desatendidas y abandonadas por sus pastores, cimentada desde los doce patriarcas, aunque será desautorizado por las autoridades religiosas de turno. Tanta gente masivamente iba detrás de Él, proveniente de todas partes del país, incluso de zonas en donde había paganos. El Evangelio según san Marcos es el más antiguo que Mateo, Lucas y Juan, y nos muestra la intención de Jesús de crear una nueva comunidad, que será entendida como el nuevo Israel, es decir, la Iglesia. No podremos entender al evangelista Marcos si no tenemos en cuenta esta intención. Lo que pretendía Jesús era congregar al resto de Israel que permaneció fiel a Yahvé. Al comprender la postura de Jesús, podemos discernir que es un llamado a superar el intimismo personalizado, en donde, así como hoy día dentro de una cultura invadida por el egoísmo y lo individual, lo que cuenta es sólo la persona y se potencia su vínculo íntimo y profundo con Dios; o bien organizarse como un grupo cerrado, como una secta, así como por ejemplo los de Qumrán, que se cerraban en sí mismos sin abrirse a la mayoría de la gente más sencilla y necesitada de Dios. Quiso estar en el corazón de las personas, por tanto, el llamado siempre es personal como su respuesta, pero principalmente para vivir en comunidad y desde ahí salir a misionar para la gente que Dios nos regalará por el camino de nuestra historia.
Tener presente que se retiró con sus discípulos a compartir, orar y enseñar a la gente. Sus apóstoles serán sus confidentes y depositarios de su mensaje y su Palabra. Se nota que los formó con cuidado especial y con esmero, revelándoles sus secretos más profundos, entregándoles todo lo que el Padre le encomendó. Que se retire con los suyos, indica para nosotros que quiere también hacerlo con cada uno de nosotros, compartiendo lo más puro, profundo y fértil que nos puede comunicar para cumplir fielmente con la misión encomendada.