Día 18 De camino en la Cuaresma 2ª Semana

¿Cómo podemos ascender al Cielo?

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

ORACIÓN INICIAL

Oh Dios, tú nos invitas a seguir a Jesús. Mientras, recordamos cómo le llevó el Espíritu al desierto. Que él abra nuestros ojos para ver las injusticias que hay en nuestro mundo. Ayúdanos a orar en soledad, a sentir que tú nos amas y quieres que seamos felices. Ayúdanos también a vencer nuestras tentaciones. Que aprendamos de Jesús a creer en la Buena Noticia. Te lo pedimos en nombre de Jesús, el Señor. Amén.

Para meditar mientras hacemos nuestro camino de Fe

Originalmente de: https://haciadios.com/

¿Quién es el que trabaja por la paz? Seguramente a la mente nos podrían venir nombres de políticos o activistas que buscan un mundo más justo, de mayor igualdad y bienestar para la mayoría; sin embargo la paz se lucha y se consigue al centro de cada comunidad y de cada familia, por ello todos somos responsables de buscarla. ¿Y cómo? ¿Cómo puedo buscar en el desierto de la humildad el fomentar la paz verdadera? Es muy sencillo, en donde se cultivan todas las bienaventuranzas que hemos ido repasando en los días anteriores, allí habrá paz.

El limpio de corazón, el humilde, el misericordioso, el que sufre con Cristo, el pobre de espíritu, el justo…es aquel que construye la paz a su alrededor porque cumple la voluntad de Dios en su vida, porque es la buena semilla que germinará en la tierra para transformar los corazones.

Y el premio no podría ser mayor: ser llamado hijo de Dios, sobrepasar su naturaleza, aspirar a la eternidad, vivir en la presencia de Dios.

Nuestro Dios, nuestro Padre, es fiel a sus promesas. A lo largo de la historia de la salvación, Dios pactó con el hombre diferentes alianzas, y en cada caso, el hombre las rompió por su rebeldía o su desconfianza. Sin embargo, la alianza definitiva que se realizó con la que encarnación, muerte y resurrección de Cristo, nuestro Camino, Verdad y Vida.

Jesús es nuestra paz, la única y verdadera paz. En más de una ocasión, Él se presenta así: “la paz esté con ustedes”; porque Él es la Comunión, es el Amor, es el pago por nuestra salvación, nos une a todos en su Espíritu.

Para aspirar a esa paz, necesitamos acogerla, saber recibirla; tener un espíritu de gratitud, caridad y a la vez donación de uno mismo, para no sólo ser receptor, sino comunicador de la paz. Cada cristiano debe perseverar en el combate de la fe, en la oración, en el seguimiento del Evangelio y la vivencia de la caridad, para ser así un verdadero instrumento de paz.

Meditemos el Mensaje de Hoy

Adaptación Del Libro de Oro (Agustín del Divino Corazón) Escucha este mensaje Aquí en el siguiente video:

¿Cómo podemos ascender al Cielo?

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