“Todo lo que es del Padre es mío.”

San Beda, presbítero y doctor de la Iglesia (ML). San Gregorio VII, papa (ML). Santa María Magdalena de Pazzi, virgen (ML)
Te alabaré entre las naciones, Señor, y anunciaré tu Nombre a mis hermanos.. Aleluia.
Sal 17, 50; 21, 23

Audios Originales tomados de: https://panversia.com/
Primera lectura de hoy
Del libro de los Hechos de los Apóstoles
Hch 17, 15-16. 22–18, 1
En aquellos días, 17:15 los que acompañaban a Pablo lo condujeron hasta Atenas, y luego volvieron con la orden de que Silas y Timoteo se reunieran con él lo más pronto posible.
16 Mientras los esperaba en Atenas, Pablo sentía que la indignación se apoderaba de él, al contemplar la ciudad llena de ídolos. 22 Pablo, de pie, en medio del Aréopago, dijo:
Atenienses, veo que ustedes son, desde todo punto de vista, los más religiosos de todos los hombres. 23 En efecto, mientras me paseaba mirando los monumentos sagrados que ustedes tienen, encontré entre otras cosas un altar con esta inscripción: «Al dios desconocido». Ahora, yo vengo a anunciarles eso que ustedes adoran sin conocer.
24 El Dios que ha hecho el mundo y todo lo que hay en él no habita en templos hechos por manos de hombre, porque es el Señor del cielo y de la tierra. 25 Tampoco puede ser servido por manos humanas como si tuviera necesidad de algo, ya que él da a todos la vida, el aliento y todas las cosas.
26 El hizo salir de un solo principio a todo el género humano para que habite sobre toda la tierra, y señaló de antemano a cada pueblo sus épocas y sus fronteras, 27 para que ellos busquen a Dios, aunque sea a tientas, y puedan encontrarlo. Porque en realidad, él no está lejos de cada uno de nosotros.
28 En efecto, en él vivimos, nos movemos y existimos, como muy bien lo dijeron algunos poetas de ustedes: «Nosotros somos también de su raza».
29 Y si nosotros somos de la raza de Dios, no debemos creer que la divinidad es semejante al oro, la plata o la piedra, trabajados por el arte y el genio del hombre. 30 Pero ha llegado el momento en que Dios, pasando por alto el tiempo de la ignorancia, manda a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan. 31 Porque él ha establecido un día para juzgar al universo con justicia, por medio de un Hombre que él ha destinado y acreditado delante de todos, haciéndolo resucitar de entre los muertos».
32 Al oír las palabras «resurrección de los muertos», unos se burlaban y otros decían: «Otro día te oiremos hablar sobre esto». 33 Así fue cómo Pablo se alejó de ellos. 34 Sin embargo, algunos lo siguieron y abrazaron la fe. Entre ellos, estaban Dionisio el Areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos otros. 18:1 Después de esto, Pablo dejó Atenas y fue a Corinto.
P/ Palabra de Dios
R/ Te alabamos Señor
Salmo responsorial del día
Libro de los Salmos
Sal 148, 1bc-2. 11-12. 13. 14
R/. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria
Alabad al Señor en el cielo,
alabad al Señor en lo alto.
Alabadlo todos sus ángeles;
alabadlo todos sus ejércitos. R/.Reyes del orbe y todos los pueblos,
príncipes y jueces del mundo,
los jóvenes y también las doncellas,
los ancianos junto con los niños. R/.Alaben el nombre del Señor,
el único nombre sublime.
Su majestad sobre el cielo y la tierra. R/.Él acrece el vigor de su pueblo.
Alabanza de todos sus fieles,
de Israel, su pueblo escogido. R/.
Evangelio de hoy miércoles 25 de mayo de 2022
EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN san Juan (16,12-15)
“Cuando venga el Espíritu de la Verdad, los llevará a toda la Verdad; porque no hablará por sí mismo.”
En la última cena, Jesús dijo a sus discípulos: 12 Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. 13 Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo. 14 El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. 15 Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: «Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes».
P/ Palabra del Señor
R/ Gloria a ti, Señor Jesús
MEDITACIÓN
“Es la mirada de fe que cualquier persona cristiana debería tener ante los hechos o acontecimientos de la vida.”
“San Beda, el Venerable vivió en Inglaterra en el siglo VII. Fue un monje benedictino que se dedicó al estudio y la investigación. Su obra más importante es la Historia eclesiástica de los anglos, donde recoge los datos sobre la llegada del Evangelio a Inglaterra y la expansión de la Iglesia. Al final de su vida, decía con alegría: ‘Yo tuve como tarea agradable aprender, enseñar, escribir. Gloria a Dios’”.
“San Gregorio nació en el año 1020 en la región de Toscana (Italia). Fue monje, luego fue papa, luchó seriamente por liberar a la Iglesia de manos del poder feudal y recuperó la disciplina del clero y de la Iglesia en general. Murió en Salerno en el año 1085”.
“Santa Magdalena de Pazzi fue una religiosa carmelita que nació en el año 1582 y murió en el 1607. Fue una gran mística que dejó expresadas sus profundas experiencias de Dios en su libro Revelaciones. También cumplió un importante papel en la Contrarreforma escribiendo numerosas cartas a obispos y cardenales, para que llevaran adelante las resoluciones de la Iglesia”
(La Liturgia Cotidiana, San Pablo, Paraguay,25/05/2022, pág. 75).
Una pregunta que nos surge es si fue incompleta la enseñanza que dio Jesús a sus discípulos durante su estadía terrena. La respuesta parece que es afirmativa, aunque no es tan sencillo decirlo. El evangelista nos dijo, por ejemplo, que algunos acontecimientos de la vida de Jesús no entendieron los discípulos en su momento, sino luego de la Resurrección (con relación a la purificación del templo, Jn 2,22; con relación a la profecía citada sobre la entrada solemne a Jerusalén, Jn 12,16). En estos ejemplos citados no comprenden, pues cuando hay predicciones futuras difícil comprenderlas sino hasta que sucedan.
Cuando se refiere a “toda la Verdad” o la “Verdad completa”, no se debe entender cuantitativamente, es decir, en relación a un número de verdades que Jesús no llegó a enseñarlas y que el Espíritu Santo las daría a conocer. Sino, se debe entender cualitativamente, es decir, en relación a una comprensión en profundidad: penetrar en el misterio de la persona de Cristo y de su obra, en el sentido universal de su misión salvadora, en el sentido de su muerte. Más adelante, a la luz de la Resurrección, del Espíritu y de la vida de la Iglesia, se iría aclarando. Es decir, sería un conocimiento gradual en la medida en que nos dejamos envolver y enseñar por el Paráclito. Jesús está hablando de toda la Verdad o la Verdad completa, no de nuevas verdades, es decir, de lo que está hablando es de un conocimiento más profundo, siempre creciente sobre lo que dijo e hizo. Esta afirmación no contradice con relación a lo que les dijo cuando les llamó amigos, diciendo que les comunicó todo lo que ha oído a su Padre (cf. Jn 15,14-15). No lo contradice, sino que lo complementa. Además, es el Espíritu del Padre y el Suyo, el que les irá metiendo en la vedad completa, por tanto, es el mismo Jesús también, de modo espiritual quien acompaña a sus discípulos para que entiendan mejor en cada situación de la vida la voluntad divina y no se pierdan queriendo realizar los caprichos o voluntades particulares en donde se pretende ensalzar el ego de cada uno.
“Les anunciará lo que irá sucediendo”: Recordamos el espíritu de profecía que actuaba en cristianos individuales, que predecían lo que iba a ocurrir. Mucho se fue dando a lo largo de la historia con este espíritu, aunque no se trata preferentemente de ese espíritu de profecía centrado en la predicción del futuro, sino que lo esencial era conocer lo que estaba ocurriendo, interpretando en el presente la voluntad de Dios. Ciertamente fue la tarea principal de los profetas del Antiguo Testamento, descubrir en profundidad y amplitud total de los acontecimientos que ocurrían para que no se queden en un nivel superficial, sino que sean vistos desde esa perspectiva profética. Es recibir el auxilio de lo alto para que se profundice cualquier situación que se presentase y en todas las circunstancias posibles. Es la mirada de fe que cualquier persona cristiana debería tener ante los hechos o acontecimientos de la vida, para no caer en fatalidades innecesarias.
Es el Espíritu quien glorifica a Jesús, pues gracias a ese auxilio los discípulos comprenden, en el aquí y ahora de la historia, que la humillación de Cristo, su muerte en la cruz, fue el principio de la exaltación o elevación hacia el Padre: “Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así también el Hijo del hombre tiene que ser levantado, para que todo el que crea en él tenga vida eterna” (Jn 3,14-15) y se cumpla que “mirarán al que traspasaron (Jn 19,37). María, Madre de la Misericordia, ruega por nosotros.
