“Pidan y recibirán, y tendrán una alegría que será perfecta.”

Ustedes son un pueblo adquirido para anunciar las maravillas de Aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz. Aleluia.
1Ped 2, 9

Audios Originales tomados de: https://panversia.com/
Primera lectura de hoy
Del libro de los Hechos de los Apóstoles
Hch 18, 23-28
En aquellos días, 23 después de haber permanecido un tiempo en Antioquía, Pablo partió de nuevo y recorrió sucesivamente la región de Galacia y Frigia, animando a todos los discípulos.
24 Un judío llamado Apolo, originario de Alejandría, había llegado a Éfeso. Era un hombre elocuente y versado en las Escrituras. 25 Había sido iniciado en el Camino del Señor y, lleno de fervor, exponía y enseñaba con precisión lo que se refiere a Jesús, aunque no conocía otro bautismo más que el de Juan.
26 Comenzó a hablar con decisión en la sinagoga. Después de oírlo, Priscila y Aquila lo llevaron con ellos y le explicaron más exactamente el Camino de Dios. 27 Como él pensaba ir a Acaya, los hermanos lo alentaron, y escribieron a los discípulos para que lo recibieran de la mejor manera posible. Desde que llegó a Corinto fue de gran ayuda, por la gracia de Dios, para aquellos que habían abrazado la fe, 28 porque refutaba vigorosamente a los judíos en público, demostrando por medio de las Escrituras que Jesús es el Mesías.
P/ Palabra del Señor
R/ Gloria a ti, Señor Jesús
Salmo responsorial del día
Libro de los Salmos
Sal 46, 2-3. 8-9. 10
R/. Dios es el rey del mundo
Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor altísimo es terrible,
emperador de toda la tierra. R/.Porque Dios es el rey del mundo:
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado. R/.Los príncipes de los gentiles se reúnen
con el pueblo del Dios de Abrahán;
porque de Dios son los grandes de la tierra,
y él es excelso. R/.
Evangelio de hoy viernes 27 de mayo de 2022
EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN san Juan 16, 20-23a
“Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y voy al Padre.”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 23 Les aseguro que todo lo que pidan al Padre, él se lo concederá en mi Nombre. 24 Hasta ahora, no han pedido nada en mi Nombre. Pidan y recibirán, y tendrán una alegría que será perfecta.
25 Les he dicho todo esto por medio de parábolas. Llega la hora en que ya no les hablaré por medio de parábolas, sino que les hablaré claramente del Padre. 26 Aquel día ustedes pedirán en mi Nombre; y no será necesario que yo ruegue al Padre por ustedes, 27 ya que él mismo los ama, porque ustedes me aman y han creído que yo vengo de Dios. 28 Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y voy al Padre».
P/ Palabra del Señor
R/ Gloria a ti, Señor Jesús
MEDITACIÓN
“Hay tanto amor del Padre por nosotros también porque le amamos y estamos plenamente unidos a su Hijo.”
La Revelación se hace cada vez más clara, el misterio sobre la Persona y la obra de Jesús se torna gradualmente más comprensible. Pero se supone mirar todo desde la luz de la Resurrección y la asistencia del Espíritu quien nos llevará a “toda la Verdad” o a la “Verdad completa”. Por otro lado, Jesús les dice que les hablará sin parábolas, con mayor claridad, garantizando a sus discípulos que sus oraciones serán escuchadas. Las parábolas son narraciones que recogen elementos de la cotidianidad para comunicar un mensaje, siempre escondido, donde se necesita la intervención de la inteligencia y de un discernimiento con la ayuda del Espíritu para comprender correctamente lo que se quiere comunicar. No es comprensible muchas veces para una persona que no esté auxiliada por Dios.
La frase “dentro de poco me verán” hace referencia al abandono con la partida de Jesús, que genera mucha tristeza en los discípulos y, posteriormente, muchísima alegría con su nueva presencia. Es la presencia espiritual de un ausente físico, pues nos dijo “yo estaré con ustedes hasta el fin de los tiempos” (Mt 28,20). La tristeza y la alegría son experiencias que acompañan permanentemente la vida del cristiano. Pero si no se siente en algún momento su presencia, hay que suplicar, pedir y pedir, y el Señor sí o sí nos responderá de alguna manera. Y si no nos concede aquello que pedimos, es o porque no nos conviene, o porque pedimos mal. Siempre lo que pidamos debería ser en el contexto de que se haga Su voluntad y no sólo la nuestra.
En el tiempo presente que acontece, todavía existe un poco de oscuridad con relación a las cosas, que se verán con claridad en los tiempos últimos, así como expresa san Pablo: “Ahora vemos por un espejo y oscuramente, pero entonces veremos cara a cara” (1 Cor 12,13). Pero atención, en esta sección haciendo referencia a ese tiempo último ya llegó y los discípulos comprenden el sentido profundo de los signos realizados por Jesús. Entienden por fin el significado de ir al Padre que varias veces les dijo. Empiezan a descubrir (se les va quitando el velo o venda que cubre para que vean bien lo que tienen que ver) la perfección del conocimiento y la visión que creían se tendría sólo en el cielo. Es ver con los ojos de la fe.
Pero en muchas ocasiones pasamos por experiencia de aridez en nuestra historia como Santa Teresa de Ávila o la noche oscura (San Juan de la Cruz) que pensamos nunca pasará. Aunque la presencia de Dios en nuestra historia hace que amanezca, que se aclaren las ideas y el rumbo a tomar comprendiendo en profundidad que caminamos hacia la patria celestial, hacia el Padre, es nuestro destino principal y definitivo. Desde ese momento, nuestra relación con Él es distinta, ya no distante, sino cercana y viva, sintiendo que todo lo que nos dijo es real ya desde nuestro presente. El ser humano en esta nueva relación se siente próximo a Dios. Una proximidad tal que según lo que creían en esa época, era propio del mundo futuro. Una característica del Evangelio según san Juan es aquello que se esperaba para el futuro, ya era una realidad en el presente. Esto nos da pie a contemplar el cielo desde nuestra tierra, saborear a Dios desde nuestra humanidad, porque existe una tal comunión con Dios, que todo lo que le pidamos, estamos seguros de que nos escucha (por la conexión íntima y real que hay con Dios). Existe una unidad tal entre Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y sus discípulos (nosotros, quienes creemos en Él y le seguimos), que sólo el Amor puede generar. Hay tanto amor del Padre por nosotros también porque le amamos y estamos plenamente unidos a su Hijo. Ese Amor que se hace carne en la fe en Jesús y su misión y proyectada a través de sus discípulos de todos los tiempos.
Existe un círculo de amor entre el Padre, Jesús y los discípulos. Es el amor el motivo por el cual Jesús vino al mundo: “Tanto amó Dios al mundo que envió a su Único Hijo” (Jn 3,16), se encarnó y compartió plenamente con todo su ser ese amor y regresa al Padre llevando consigo con amor la impronta de la humanidad. Pero antes envió a los apóstoles: “Así como el Padre me envió, yo los envío a ustedes” (Jn 20,21). “Así como” hace referencia al mismísimo amor con que fue enviado Jesús. Es el mismo amor de Dios el que vivimos y compartimos entre nosotros y con cualquier persona que Dios nos regala hacerlo. Al vivir esa experiencia desde una nueva dimensión, ya el conocimiento interior es claro y permanente que nos facilita cada paso por más sencillo y simple que debamos hacer, sea desde la voluntad de Dios. Y nosotros, desde nuestro aquí y ahora de toda nuestra historia, no podremos responder sino sólo con amor, pues amor con amor se paga..
