Encuentra una oración para tu Devoción preferida: Amando a la Santísima Virgen, Conociendo a San José, Adoradores Eucarísticos, Por las Benditas Almas del Purgatorio, Aumenta tu Fe, Orando por los Sacerdotes, Meditando con los Santos, Devocionario, Actos de Reparación, Oraciiones de Sanación y Liberación
Santo del día
Santa María Micaela del Santísimo Sacramento

Esta mujer heroica que nació en Madrid, España, en 1809, tuvo que pasar por situaciones verdaderamente amargas, antes de llegar a la santidad. Era todavía muy joven cuando murió su madre. Su padre murió también inesperadamente. Su hermano Luis pereció en un accidente al caerse de un caballo, y su hermanita Engracia fue llevada imprudentemente por una niñera a ver la escena del ahorcamiento de un criminal y la jovencita al ver esta escena se enloqueció. Le quedaba una hermana, Manuela, pero esta tuvo que salir al destierro porque los enemigos políticos de su esposo se apoderaron del gobierno.
FIAT, AMANDO A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
Salve Reina de misericordia
¡Oh bendita entre todas las mujeres, que vences en pureza a los ángeles, que superas a los santos en piedad! Mi espíritu moribundo aspira a una mirada de tu gran benignidad, pero se avergüenza al espectro de tan hermoso brillo. ¡Oh Señora mía!, yo quisiera suplicarte que, por una mirada de tu misericordia, curases las llagas y úlceras de mis pecados; pero estoy confuso ante ti a causa de su infección y suciedad. Tengo vergüenza, ¡oh Señora mía!, de mostrarme a ti en mis impurezas tan horribles, por temor de que tú a tu vez tengas horror de mí a causa de ellas, y sin embargo, yo no puedo, desgraciado de mí, ser visto sin ellas.
ORACIÓN DE SAN ANSELMO Doctor de la Iglesia.
CONOCIENDO A SAN JOSÉ
GOZOS DEL GLORIOSO PATRIARCA Y ESPOSO DE MARÍA SAN JOSÉ II
Oh benignísimo Jesús así como consolaste a tu padre amado en las perplejidades e incertidumbres que tuvo, dudando si abandonar a tu Santísima Madre su esposa, así te suplicamos humildemente por intercesión de San José nos concedas mucha prudencia y acierto en todos los casos dudosos y angustias de nuestra vida, para que siempre acertemos con tu santísima voluntad.
ADORADORES EUCARÍSTICOS
ORACIONES BREVES PARA DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
ACTO DE FE
¡Señor mío Jesucristo!, creo que verdaderamente estás dentro de mí con tu Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, y lo creo más firmemente que si lo viese con mis propios ojos.ACTO DE ADORACIÓN
¡Oh Jesús mío!, te adoro presente dentro de mí, y me uno a María Santísima, a los Angeles y a los Santos para adorarte como mereces.ACTO DE ACCIÓN DE GRACIAS
Te doy gracias, Jesús mío, de todo corazón, porque has venido a mi alma. Virgen Santísima, Angel de mi guarda, Angeles y Santos del Cielo, dad por mi gracias a Dios.
POR LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO
ORACIONES POR ALMAS EN PARTICULAR
¡Oh Dios! Nuestro Creador y redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a Ti glorioso. Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe, especialmente ……… , participen de su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
V/ Concédeles, Señor el descanso eterno.
R/ Y brille para ellos la luz que no tiene fin.
V/ Descansen en paz.
R/ Amén.
María, Madre de Dios y Madre de Misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han muerto en el regazo del Señor. Amén.
Dios Todopoderoso y Eterno, en tu bondad paternal, ten piedad del alma de tu servidor ………… Límpialo al que llamaste de este mundo de toda culpa, llévalo al Reino de la Luz y Paz y a la comunión de tus Santos, y entrégales su porción de gozo eterno en tu Reino. Rezamos por medio de Jesús, Nuestro Señor. Amén.
¡Dios, Tú, Creador y salvador de todos los fieles, perdona los pecados de todas las almas de tus servidores! Permíteles recibir el perdón por intermedio de nuestra oración piadosa, por lo que siempre anhelaron. Amén
AUMENTANDO NUESTRA FE
TIÉNDEME TUS BRAZOS JESÚS
Cuando despierte cada mañana, tiéndeme tus brazos Señor.
Cuando esté llen@ de temores por no saber que hacer, tiéndeme tus brazos Señor.
En los momentos en que mis problemas sean más grandes que yo, tiéndeme tus brazos Señor.
En la enfermedad y el dolor físico, tiéndeme tus brazos Señor.
Cuando sienta que todas las puertas se me cierran, tiéndeme tus brazos Señor.
Cuando la escasez se manifiesta en mi vida, tiéndeme tus brazos Señor.
En la soledad, la depresión y la angustia, tiéndeme tus brazos Señor.
Cuando mis planes fallan y me siento perdid@, tiéndeme tus brazos Señor.
Cuando veo sufrir a la gente que amo, tiéndeme tus brazos Señor.
Ante la adversidad, tiéndeme tus brazos Señor.
Cuando el mundo se vuelva difícil para mí, tiéndeme tus brazos Señor.
Mi Señor Jesucristo, en todo momento de mi vida necesito sentir que Tú, estás cerca de mí.
Que puedo invocarte con una palabra o una oración y regocijarme en tus brazos.
Necesito saber que estás al alcance de mi pensamiento y de mi intensión.
Ruego a Ti, amado Jesús; hermano mayor de todos los hombres, que cuides de mi en este día y en los momentos más oscuros de mi vida.
Dame la dicha de estar en comunión contigo todos los días y percibir tu bendición en todos los aspectos de mi vida.
Señor Jesucristo, solamente a Ti puedo acudir cuando tengo problemas, cuando estoy enferm@ o desesperad@ y también cuando todo funciona bien en mi vida.
Abre tus brazos protectores a mi familia Señor.
Esos brazos seguros y amorosos que nos protegen del mal, que nos mueven hacia la solución de los problemas y que nos dan la fuerza de espíritu necesaria para combatir cualquier adversidad.
En tus brazos mi Señor, yo entrego mis dificultades de hoy, sobre todo ese problema que no he podido solucionar.
Y en tus brazos Jesús, entrego todos los asuntos de mi familia, los problemas que cada uno tenga, las enfermedades que estén padeciendo; para que Tú, les des el alivio y los ayudes en sus caminos.
Señor, que tu luz protectora cubra todo mi hogar y nos de mucha paz y unión para superar todos los problemas juntos y con mucha comprensión.
Que entre todos sepamos ayudarnos mutuamente, vivir en unión y cordialidad y tenerte presente siempre en nuestros corazones y en nuestra convivencia.
Hoy Señor, es un día para entregarme a Ti, para soltar todo lo que me hace la vida difícil en tus brazos y aprender a vivir livianos, confiando en tu sabiduría y en todo lo que haces por amor a nosotros.
Señor, ayúdame a salir adelante con mis metas y proyectos.
Tú, sabes bien lo que quiero lograr en mi vida, lo que necesito y lo que me hace bien.
Tú, me bendices en este día con la vida, con mi familia y con cosas que muchas personas no tienen.
Yo te alabo y te agradezco por la vida que me das, por las oportunidades que pones en mi camino y porque eres como un faro en medio de la oscuridad guiándome hacia tierra firme.
Recíbeme en tu corazón Señor Jesús, mírame con dulzura y compasión, como solo Tú, lo puedes hacer.
Llena mi vida de tu luz, esa luz que me alimenta el alma, que sana todas mis heridas, que me llena de esperanza y me hace fuerte y capaz.
Tú Señor, eres el poder dentro de mí, eres todo lo que necesito en mi vida.
Desde el fondo de mi corazón, yo te pido Jesucristo misericordioso, que te apiades de mí y me recibas en tus brazos, en cada una de mis dificultades.
Amén.
ORACIÓN POR LOS SACERDOTES
Oración por la Santa Iglesia y por los sacerdotes
Oh Jesús mío, te ruego por toda la Iglesia:
concédele el amor y la luz de tu Espíritu
y da poder a las palabras de los sacerdotes
para que los corazones endurecidos
se ablanden y vuelvan a ti, Señor.
Señor, danos sacerdotes santos;
Tú mismo consérvalos en la santidad.Oh Divino y Sumo Sacerdote,
que el poder de tu misericordia
los acompañe en todas partes y los proteja
de las trampas y asechanzas del demonio,
que están siendo tendidas incesantemente para las almas de los sacerdotes.
Que el poder de tu misericordia,
oh Señor, destruya y haga fracasar
lo que pueda empañar la santidad de los sacerdotes,
ya que tú lo puedes todo.Oh mi amadísimo Jesús,
(Santa Faustina Kowalska)
te ruego por el triunfo de la Iglesia,
por la bendición para el Santo Padre y todo el clero,
por la gracia de la conversión de los pecadores empedernidos.
Te pido, Jesús, una bendición especial y luz
para los sacerdotes,
ante los cuales me confesaré durante toda mi vida.
MEDITANDO CON LOS SANTOS
Del Tratado de san Cipriano, obispo y mártir, Sobre la oración del Señor.
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE
Cuán grande es la benignidad del Señor, cuán abundante la riqueza de su condescendencia y de su bondad para con nosotros, pues ha querido que, cuando nos pongamos en su presencia para orar, lo llamemos con el nombre de Padre y seamos nosotros llamados hijos de Dios, a imitación de Cristo, su Hijo; ninguno de nosotros se hubiera nunca atrevido a pronunciar este nombre en la oración, si él no nos lo hubiese permitido. Por tanto, hermanos muy amados, debemos recordar y saber que, pues llamamos Padre a Dios, tenemos que obrar como hijos suyos, a fin de que él se complazca en nosotros, como nosotros nos complacemos de tenerlo por Padre.
Sea nuestra conducta cual conviene a nuestra condición de templos de Dios, para que se vea de verdad que Dios habita en nosotros. Que nuestras acciones no desdigan del Espíritu: hemos comenzado a ser espirituales y celestiales y, por consiguiente, hemos de pensar y obrar cosas espirituales y celestiales, ya que el mismo Señor Dios ha dicho: Yo honro a los que me honran, y serán humillados los que me desprecian. Asimismo el Apóstol dice en una de sus cartas: No os pertenecéis a vosotros mismos; habéis sido comprados a precio; en verdad glorificad y llevad a Dios en vuestro cuerpo.
A continuación añadimos: Santificado sea tu nombre, no en el sentido de que Dios pueda ser santificado por nuestras oraciones, sino en el sentido de que pedimos a Dios que su nombre sea santificado en nosotros. Por lo demás, ¿por quién podría Dios ser santificado, si es él mismo quien santifica? Mas, como sea que él ha dicho: Sed santos, porque yo soy santo, por esto pedimos y rogamos que nosotros, que fuimos santificados en el bautismo, perseveremos en esta santificación inicial. Y esto lo pedimos cada día. Necesitamos, en efecto, de esta santificación cotidiana, ya que todos los días delinquimos, y por esto necesitamos ser purificados mediante esta continua y renovada santificación.
El Apóstol nos enseña en qué consiste esta santificación que Dios se digna concedernos, cuando dice: Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los rapaces poseerán el reino de Dios. Y en verdad que eso erais algunos; pero fuisteis lavados, fuisteis santificados, fuisteis justificados en el nombre de Jesucristo, el Señor, por el Espíritu de nuestro Dios. Afirma que hemos sido santificados en el nombre de Jesucristo, el Señor, por el Espíritu de nuestro Dios. Lo que pedimos, pues, es que permanezca en nosotros esta santificación y —acordándonos de que nuestro juez y Señor conminó a aquel hombre que él había curado y vivificado a que no volviera a pecar más, no fuera que le sucediese algo peor— no dejamos de pedir a Dios, de día y de noche, que la santificación y vivificación que nos viene de su gracia sea conservada en nosotros con ayuda de esta misma gracia.
DEVOCIONARIO
LA ORACIÓN DE CADA MIÉRCOLES
A SAN JOSÉ
Custodio de Nuestro Señor Jesús:
San José, ruega a Jesús que venga a mi corazón y lo inflame de caridad.
San José, ruega a Jesús que venga a mi inteligencia y la ilumine.
San José, ruega a Jesús que venga a mi voluntad y la fortalezca.
San José, ruega a Jesús que venga a mis pensamientos y los purifique.
San José, ruega a Jesús que venga a mis afectos y los ordene.
San José, ruega a Jesús que venga a mis deseos y los dirija.
San José, ruega a Jesús que venga a mis acciones y las bendiga.
San José haz que Jesús me done su Santo Amor.
San José haz que Jesús me done la imitación de sus virtudes.
San José haz que Jesús me done la verdadera humildad de espíritu.
San José haz que Jesús me done la paz del alma.
San José que Jesús me done el santo temor de Dios.
San José que Jesús me done el deseo de la perfección.
San José haz que Jesús me done la dulzura de carácter.
San José que Jesús me done un corazón puro y caritativo.
San José haz que Jesús me done la gracia de soportar con paciencia los sufrimientos de la vida.
San José, por el amor que le diste a Jesús ayúdame a amarlo de verdad.
San José, recíbeme y protégeme como tu fiel devoto.
San José, yo me pongo en tus manos, acéptame y socórreme.
San José, no me abandones en la hora de mi muerte.
Amén.
ACTOS DE REPARACIÓN
Alabanzas de Desagravio
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre.
Bendito sea el nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo Esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.
Amen.
HIMNO DEL DÍA
CON ENTREGA, SEÑOR, A TI VENIMOS
Con entrega, Señor, a ti venimos,
escuchar tu palabra deseamos;
que el Espíritu ponga en nuestros labios
la alabanza al Padre de los cielos.Se convierta en nosotros la palabra
en la luz que a los hombres ilumina,
en la fuente que salta hasta la vida,
en el pan que repara nuestras fuerzas;en el himno de amor y de alabanza
que se canta en el cielo eternamente,
y en la carne de Cristo se hizo canto
de la tierra y del cielo juntamente.Gloria a ti, Padre nuestro, y a tu Hijo,
el Señor Jesucristo, nuestro hermano,
y al Espíritu Santo, que, en nosotros,
glorifica tu nombre por los siglos. Amén