“El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra esta generación y la condenará”
Dios es mi ayuda, el Señor es mi verdadero sostén. Te ofreceré un sacrificio voluntario, daré gracias a tu nombre, porque es bueno.
Sal 53, 6. 8
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Primera Lectura
Lectura del libro del profeta Miqueas
Mi 6, 1-4.6-8
1 Escuchen lo que dice el Señor: ¡Levántate, convoca a juicio a las montañas y que las colinas escuchen tu voz! 2 ¡Escuchen, montañas, el pleito del Señor, atiendan, fundamentos de la tierra! Porque el Señor tiene un pleito con su pueblo, entabla un proceso contra Israel; 3 «¿Qué te hice, pueblo mío, o en qué te molesté? Respóndeme. 4 ¿Será porque te hice subir de Egipto, porque te rescaté de un lugar de esclavitud y envié delante de ti a Moisés, Aarón y Miriam?
6 ¿Con qué me presentaré al Señor y me postraré ante el Dios de las alturas? ¿Me presentaré a él con holocaustos, con terneros de un año? 7 ¿Aceptará el Señor miles de carneros, millares de torrentes de aceite? ¿Ofreceré a mi primogénito por mi rebeldía, al fruto de mis entrañas por mi propio pecado? 8 Se te ha indicado, hombre, qué es lo bueno y qué exige de ti el Señor: nada más que practicar la justicia, amar la fidelidad y caminar humildemente con tu Dios.
P/ Palabra de Dios
R/ Te alabamos Señor
Salmo Responsorial
Sal 49, 5-6. 8-9. 16bc-17. 21 y 23
R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios
«Congregadme a mis fieles,
que sellaron mi pacto con un sacrificio».
Proclame el cielo su justicia;
Dios en persona va a juzgar. R/.«No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mi.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños». R/.«¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?» R/.«Esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara.
El que me ofrece acción de gracias,
ese me honra;
al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios». R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según San Mateo
Mt 12, 38-42
“EL DÍA DEL JUICIO, LOS HOMBRES DE NÍNIVE SE LEVANTARÁN CONTRA ESTA GENERACIÓN Y LA CONDENARÁN, PORQUE ELLOS SE CONVIRTIERON POR LA PREDICACIÓN DE JONÁS”
En aquel tiempo, 38 algunos escribas y fariseos le dijeron: «Maestro, queremos que nos hagas ver un signo». 39 Él les respondió: «Esta generación malvada y adúltera reclama un signo, pero no se le dará otro que el del profeta Jonás. 40 Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez, así estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra tres días y tres noches. 41 El día de Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay alguien que es más que Jonás. 42 El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra esta generación y la condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien que es más que Salomón.
P/ Palabra del Señor
R/ Gloria a ti, Señor Jesús
MEDITACIÓN
“TOMAR CONCIENCIA DE LO QUE DIOS SIGUE HACIENDO POR EL MUNDO, POR NUESTRO PUEBLO Y FAMILIA, Y EL GRAN AMOR QUE NOS COMUNICÓ A PESAR DE NUESTRAS MÚLTIPLES INFIDELIDADES”
En esta escena encontramos que los adversarios de Jesús le están pidiendo un signo que sea visible para convencerse. Es como que le pide más que un milagro, aunque hubo con la persona muda y ciega, pero dijeron que era del demonio, y por ello, no aceptaron ese gran signo. Estaban esperando como un signo del cielo de manera espectacular. Ahí le notamos a Jesús hablando con mayor severidad, pues sólo una persona infiel y realmente malvada puede pedir este tipo de signos. Jesús no está para dar show, sino para manifestar el amor de Dios. No podía estar respondiendo a una manifestación extraordinaria y sensacional que le estaban pidiendo porque contraría a la voluntad de Dios que pide seamos mansos y humildes de corazón.
Estos maestros de la Ley se ponen como el Malo y tientan a Jesús, pidiéndole signos. Jesús habla del signo de Jonás, quien estuvo en el vientre de la ballena por tres días, que los judíos lo consideraban como salida de la muerte (liberación de la muerte), anuncia la muerte de Jesús y que al tercer día resucitará. Les reclama su dureza de corazón, su obstinación, su rebeldía. Por tanto, a los judíos les está diciendo que los mismos habitantes de Nínive, que se convirtieron por la predicación de Jonás, serán los jueces ante la negación de ellos por la Presencia de Alguien que es más que Jonás. El mismo ejemplo con Salomón, pues Él es más que Salomón. La prueba que Jesús da es que Resucitó y está vivo en la Eucaristía y en cada uno de nosotros. ¿Nosotros también esperamos algo espectacular, como una manifestación extraordinaria para que podamos creer de verdad en nuestro Señor? Si tan sólo comprendiéramos lo que significa su Presencia en la Eucaristía y las gracias que nos favorecen a lo largo de nuestra historia, tal vez nuestra mirada sería distinta.
Nos está llamando para que nosotros estemos atentos a la Presencia de nuestro Dios en nuestro tiempo. Lo podamos descubrir en la sencillez y en la pequeñez de las cosas y no precisamente en la espectacularidad y como show, pues Dios siempre ha visitado a su Pueblo, y ahora lo sigue haciendo en la Persona de Jesús, quien está vivo y nos acompaña con tantos signos todos los días de nuestra vida. ¿Se puede negar que Jesús siga actuando en el mundo entero? ¿Acaso no está vivo en la Eucaristía? ¿No nos sigue hablando a través de los que sufren, de los enfermos y necesitados de este tiempo? Y así, podríamos citar tantas situaciones en las que realmente está Vivo nuestro Señor y nos sigue hablando y obrando a nuestro favor con misericordia. Danos un corazón humilde y sencillo, que seamos pacientes y mansos ante las adversidades de la vida. Que sepamos descubrirte presente y operante en la historia de cada familia. No puede ser que los paganos se hayan convertido por la predicación de Jonás y Jesús predicara tantas veces, e hizo milagros; Jonás fue un profeta, Jesús más que un profeta; Jonás predicó la destrucción de una ciudad, Jesús, sin embargo, la construcción del Reino, donde Dios quiere reinar en los corazones. ¿Podríamos excusarnos nosotros hoy día? No podemos excusarnos porque así como los judíos recibieron tantas maravillas de la Presencia y Palabra de Jesús, nosotros en nuestro presente también. Es una invitación a tomar conciencia de lo que Dios sigue haciendo por el mundo, por nuestro pueblo y familia, y el gran amor que nos comunicó a pesar de nuestras múltiples infidelidades.
Jesús lo que espera no es que haya milagros, como acciones sobrenaturales pero en un marco de espectacularidad, sino que el verdadero milagro es la conversión de las personas. Nos sigue mostrando cuánto nos ama y que espera todo de cada uno de nosotros. Sabemos que quien convierte es Dios, pero desde un encuentro con su Persona viva. Esa conversión nos llevará a seguirle para siempre y a estar en comunión con Él y con los hermanos para mostrar al mundo cuánto Dios nos ama y que quiere lo mejor para todos. Pedimos a los hermanos a que no se acerquen a una iglesia buscando un milagro que resuelva el problema que le aqueja, sino que se decida a acercarse e ir detrás del Señor de los milagros, Quien convierte cada situación en una manifestación radiante de su amor para con su pueblo. Habla Señor, que tu comunidad te escucha.
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