“El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres”

Santo Domingo de Guzmán, Presbítero
El Señor lo colmó del espíritu de sabiduría y de inteligencia, y lo revistió de su gloria, para que anunciara su palabra en medio de la Iglesia. Eclo 15, 5
Eclo 15, 5


Audios originales tomados de: panversia.com
Primera Lectura
Lectura del libro del profeta Ezequiel
Ez 1, 2-5. 24-28
2 El día cinco del mes –era el año quinto de la deportación del rey Joaquín – 3 la palabra del Señor llegó a Ezequiel, hijo del sacerdote Buzí, en el país de los caldeos, a orillas del río Quebar. Allí la mano del Señor descendió sobre él.
4 Yo miré, y vi un viento huracanado que venía del norte, y una gran nube con un fuego fulgurante y un resplandor en torno de ella; y de adentro, de en medio del fuego, salía una claridad como de electro. 5 En medio del fuego, vi la figura de cuatro seres vivientes, que por su aspecto parecían hombres. 24 Yo oí el ruido de sus alas cuando ellos avanzaban: era como el ruido de aguas torrenciales, como la voz del Todopoderoso, como el estruendo de una multitud o de un ejército acampado. Al detenerse, replegaban sus alas. 25 Y se produjo un estruendo sobre la plataforma que estaba sobre sus cabezas.
26 Encima de la plataforma que estaba sobre sus cabezas, había algo así como una piedra de zafiro, con figura de trono; y encima de esa especie de trono, en lo más alto, una figura con aspecto de hombre.
27 Entonces vi un fulgor como de electro, algo así como un fuego que lo rodeaba desde lo que parecía ser su cintura para abajo; vi algo así como un fuego y una claridad alrededor de él; 28 como el aspecto del arco que aparece en las nubes los días de lluvia, así era la claridad que lo rodeaba.
Este era el aspecto, la semejanza de la gloria del Señor. Al verla, caí con el rostro en tierra y oí una voz que hablaba
P/ Palabra de Dios
R/ Te alabamos Señor
Salmo Responsorial
Sal 148
R/. Llenos están el cielo y la tierra de tu Gloria
Alaben al Señor en el cielo,
alaben al Señor en lo alto.
Alábenlo, todos sus ángeles;
alábenlo, todos sus ejércitos. R/.Reyes y pueblos del orbe,
príncipes y jefes del mundo,
los jóvenes y también las doncellas,
los viejos junto con los niños. R/.Alaben el nombre del Señor,
el único nombre sublime.
Su majestad sobre el cielo y la tierra. R/.El acrece el vigor de su pueblo.
Alabanza de todos sus fieles,
de Israel, su pueblo escogido. R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según San Mateo
Mt 17, 22-27
“lo matarán y al tercer día resucitará”
En aquel tiempo, 22 mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo a sus discípulos: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres: 23 lo matarán y al tercer día resucitará». Y ellos quedaron muy apenados.
24 Al llegar a Cafarnaúm, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: «¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?». 25 «Sí, lo paga», respondió.
Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: «¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes reciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?». 26 Y como Pedro respondió: «De los extraños», Jesús le dijo: «Eso quiere decir que los hijos están exentos. 27 Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti».
P/ Palabra del Señor
R/ Gloria a ti, Señor Jesús
MEDITACIÓN
“Actitud de respeto frente a la posible obligación legal y frente al templo en cuanto que es la casa de Dios”
Hoy le recordamos a santo Domingo de Guzmán, quien naciera en el año 1170, era contemporáneo de san Francisco de Asís, fue sacerdote quien predicara en regiones donde estaban muchos cátaros y albigenses (gnósticos que pensaban que el mundo creado era obra del demonio y debían rechazarlo viviendo el ascetismo extremo), enseñando la Palabra de Dios y defendiendo a la Iglesia de cualquier ataque contra la sana doctrina en su época. Vivió siendo muy pobre, en comunión plena con Dios. Promotor del santo rosario y buscó nuevas formas de evangelización, fundando la Orden de los Predicadores (Dominicos), aprobada por el papa Honorio III. Murió en Italia el 6 de agosto.
En el primer anuncio de la Pasión (cf. Mt 16,21), Jesús llegó a advertir acerca de la necesidad de ir a Jerusalén para sufrir, morir y resucitar ahí. En este segundo anuncio (cf. Mt 17,22-23), Él ya no habla de los grupos judíos que provocarán su muerte -ancianos, sumos sacerdotes, maestros de la Ley-, sino de los hombres en general; incluso en lugar del reproche de Pedro (cf. Mt 16,22), los discípulos sólo aciertan a entristecerse (cf. Mt 17,23), pero poco a poco se va aceptando este plan de Dios mediante la fe. No es una profecía tan atractiva la que Jesús está entregando a sus discípulos amados.
En esa época la costumbre era pagar un impuesto anual para el templo; la cantidad era pequeña: una didracma o dos dracmas (moneda griega), lo que equivalía a dos jornales de un obrero. Todos estaban obligados a pagar ese impuesto, los pobres y los ricos. Aunque la obligación de este impuesto no se podía urgir desde la Ley, pues los saduceos decían que sólo podían urgirse los impuestos señalados expresamente por la Ley (cf. Ex 30,11-16) y esto no figuraba en la misma.
Esto hizo que sondeasen la opinión del joven rabino de Galilea sobre esta cuestión muy debatida. Jesús no se opone a cumplir con esta prescripción, pero redimensiona el significado de este pago: si el Templo es la casa de Dios y los discípulos son la verdadera familia del Hijo de Dios, ambos debieran estar exentos, pero para que no se interprete mal ni los judíos se sientan ofendidos, pide a Pedro que pague por ambos. Siempre teniendo en cuenta en que no quería escandalizar a los más pequeños. La respuesta de Jesús se basa sobre una analogía. Roma concedió la administración de Palestina a unos monarcas, príncipes o tetrarcas. Se sabía que todos los súbditos de los monarcas estaban obligados a pagar sus impuestos, pero esos impuestos no obligan a los romanos. Teniendo en cuenta esa situación, Jesús les dice: así como los romanos estaban exentos de los tributos impuestos a los judíos por sus gobernantes, de la misma manera los judíos debían ser libres en los impuestos relativos al templo. Lo que se consideraba como impuesto obligatorio debía nacer de la voluntad y libertad de quien lo ofrecía.
Pero atención: la analogía tiene también otro nivel más profundo: el Señor del tiempo era Dios, Jesús es su Hijo. Los que creen en Jesús participan de esta filiación. Su libertad, la de Jesús y la de sus discípulos, nace de su calidad de hijos. Pero, junto a esta libertad, quiere expresar también Jesús una actitud de respeto frente a la posible obligación legal y frente al templo en cuanto que es la casa de Dios. Pero Jesús paga el impuesto, mostrando que hizo muchas cosas a las que, por su calidad de Hijo, no estaba obligado.
Ese recurso del milagro (saca un pescado y de él una moneda para pagar el impuesto) sirve para poner de relieve su calidad de Hijo: es el Padre quien ha proporcionado lo necesario para pagar el impuesto. Jesús siendo libre, prefiere no provocar escándalo ni armar problemas a sus discípulos. Con las palabras que pronuncia, está anticipando la revelación de su dignidad de Hijo de Dios. Aunque esta condición se estará revelando plenamente cuando llegase el momento oportuno.
Se resalta la soberanía absoluta del Señor, quien pide para que vaya a sacar un pez y de ahí la moneda para pagar el impuesto. Nos enseña que la comunidad valora una institución judía importante, pero desde la perspectiva nueva del Mesías, enviado por Dios con toda su autoridad. Ciertamente Él es nuestro Dios Providente, nos concede cuanto necesitamos para vivir con dignidad y cumplir con las obligaciones en función de una convivencia fraterna en respeto a los demás, pero siempre sin ofender en el fondo la voluntad de Dios.


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