“Que el hombre no separe lo que Dios ha unido.”

Santa Juana Francisca Chantal, Religiosa (ML)
Acuérdate, Señor de tu alianza, y no olvides para siempre a tus pobres. Levántate, Señor, defiende tu causa y no desoigas el clamor de los que te invocan.
Sal. 73, 20. 19. 22. 23


Audios originales tomados de: panversia.com
Primera Lectura
Lectura del libro del profeta Ezequiel
Ez 16, 1-15.60.63
1 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 2 Hijo de hombre, da a conocer a Jerusalén sus abominaciones. 3 Tú dirás: Así habla el Señor a Jerusalén: Por tus orígenes y tu nacimiento, perteneces al país de Canaán; tu padre era un amorreo y tu madre una hitita. 4 Al nacer, el día en que te dieron a luz, tu cordón umbilical no fue cortado, no fuiste lavada con agua para ser purificada ni frotada con sal, ni envuelta en pañales. 5 Nadie se compadeció de ti para hacerte alguna de esas cosas, sino que fuiste arrojada en pleno campo, porque dabas asco el día que naciste.
6 Yo pasé junto a ti, te vi revolcándote en tu propia sangre y entonces te dije: «Vive 7 y crece como un retoño del campo». Tú comenzaste a crecer, te desarrollaste y te hiciste mujer; se formaron tus senos y crecieron tus cabellos, pero estabas completamente desnuda.
8 Yo pasé junto a ti y te vi. Era tu tiempo, el tiempo del amor; extendí sobre ti el borde de mi mano y cubrí tu desnudez; te hice un juramento, hice una alianza contigo –oráculo del Señor– y tú fuiste mía.
9 Yo te lavé con agua, limpié la sangre que te cubría y te perfumé con óleo. 10 Te puse un vestido bordado, te calcé con zapatos de cuero fino, te ceñí con una banda de lino y te cubrí con un manto de seda. 11 Te adorné con joyas, puse brazaletes en tus muñecas y un collar en tu cuello; 12 coloqué un anillo en tu nariz, pendientes en tus orejas y una espléndida diadema en tu cabeza. 13 Estabas adornada de oro y de plata, tu vestido era de lino fino, de seda y de tela bordada; te alimentabas con la mejor harina, con miel y aceite. Llegaste a ser extraordinariamente hermosa y te convertiste en una reina.
14 Tu fama se extendió entre las naciones, porque tu belleza era perfecta gracias al esplendor con que yo te había adornado –oráculo del Señor–.
15 Pero tú te preciaste de tu hermosura y te aprovechaste de tu fama para prostituirte; te entregaste sin pudor a todo el que pasaba y fuiste suya.
60 Pero yo me acordaré de la alianza que hice contigo en los días de tu juventud y estableceré para ti una alianza eterna. 63 para que te acuerdes y te avergüences, y para que en tu confusión no te atrevas a abrir la boca, cuando yo te haya perdonado todo lo que has hecho –oráculo del Señor–.
P/ Palabra de Dios
R/ Te alabamos Señor
Salmo Responsorial
Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6
R/. Ha cesado tu ira y me has consolado
«Él es mi Dios y Salvador:
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación».
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación. R/.«Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso». R/.Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sion,
porque es grande en medio de ti el Santo de Israel. R/
Evangelio
Lectura del santo evangelio según San Mateo
Mt 19, 3-12
“¡El que pueda entender, que entienda!”
En aquel tiempo, 3 se acercaron a Jesús algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le dijeron: «¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo?». 4 El respondió: «¿No han leído ustedes que el Creador, desde el principio, los hizo varón y mujer; 5 y que dijo: “Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y serán dos en una sola carne”? 6 De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido». 7 Le replicaron: «Entonces, ¿por qué Moisés prescribió entregar una declaración de divorcio cuando uno se separa?». 8 El les dijo: «Moisés les permitió divorciarse de su mujer, debido a la dureza del corazón de ustedes, pero al principio no era así.
9 Por lo tanto, yo les digo: El que se divorcia de su mujer, a no ser en caso de unión ilegal, y se casa con otra, comete adulterio».
10 Los discípulos le dijeron: «Si esta es la situación del hombre con respecto a su mujer, no conviene casarse». 11 Y él les respondió: «No todos entienden este lenguaje, sino sólo aquellos a quienes se les ha concedido. 12 En efecto, algunos no se casan, porque nacieron impotentes del seno de su madre; otros, porque fueron castrados por los hombres; y hay otros que decidieron no casarse a causa del Reino de los Cielos. ¡El que pueda entender, que entienda!».
P/ Palabra del Señor
R/ Gloria a ti, Señor Jesús
MEDITACIÓN
“Es fundamental tomar en serio lo que Jesús nos dice en el Evangelio. Y hacer un proceso adecuado, gradual, profundo para entender el llamado de Dios”
“(Kijon, 1572 – Moulins, 1641) Religiosa francesa y fundadora de la Orden de la Visitación. Fue madre y religiosa ejemplar. A los 21 años contrajo matrimonio, y fruto de esta unión tuvo seis hijos, de los que sobrevivieron cuatro. Tras la muerte temprana de su esposo, se dispuso a oír una vez más la voluntad de Dios. Así, con la ayuda de san Francisco de Sales dio inicio a una nueva familia religiosa. En la vida del monasterio, recibió innumerables gracias, las que ponía al servicio de sus hermanas y la Iglesia”
(La Liturgia Cotidiana, 12/08/2021, pág. 48).
En tiempos de Jesús, se discutía sobre el divorcio, principalmente con dos tendencias: Una escuela, representada por el rabino Hillel, laxista en grado extremo, admitía el divorcio por cualquier causa: a una mujer se le daba el libelo de repudio hasta si se hubiese quemado o ahumado la comida, o el marido encontrase algo vergonzoso en su mujer (cf. Dt 24,1). La otra escuela, la de Shammai, rigorista, entendía que la excepción del Deuteronomio se refería sólo al caso del adulterio. Sin embargo, Jesús va más allá de la ley, fundamentándose en el principio judío: “lo más original es lo más auténtico”. ¿Cuál sería lo más original? Lo más original es la creación. Dios los creó hombre (varón) y mujer para que se realicen en una vida en común, siendo los dos “una sola carne”. Diciendo con esto, que la voluntad original de Dios va en contra del divorcio. Nos preguntamos, ¿por qué Moisés autorizó el divorcio? Jesús manifiesta que la ley de Moisés no es un mandamiento, sino una permisión motivada por las circunstancias de la época y que va en contra de la voluntad original de Dios que se manifestó en la creación.
En este sentido, Jesús se pone por encima de las dos escuelas, sin entrar a discutir las cuestiones prácticas que tenían divididas a las escuelas en sus interpretaciones. Para poder juzgar e iluminar, se deben remontar a los principios, mostrando que él se inclina más por una opción rigorista, condenando moralmente el divorcio. Es una postura intransigente la de Jesús frente al divorcio, lo que parece ya excesivo para sus discípulos, quienes dicen entonces que es mejor no casarse. Pero tenían la obligatoriedad del matrimonio para todo judío que no era impotente, basada en el mandamiento de Dios: “Crezcan y multiplíquense” (Gén 1,28). Por eso Jesús les dice que deben ser consecuentes con las exigencias para “aquéllos a quienes es dado”. Por ende, el matrimonio es un llamado, una vocación, en donde los involucrados necesitan de la Gracia para permanecer hasta el final en la fidelidad, como Dios lo quiere. La renuncia al matrimonio puede estar causada o por la impotencia (personas que por naturaleza son impotentes o llegaron a ser impotentes por los hombres -particularmente a quienes se les ha castrado: los eunucos-) o bien por decisión libre de la persona, asumida por las exigencias que implica el Reino, bajo la acción del Espíritu Santo; sin la que no se puede llevar a cabo ni el matrimonio ni la renuncia a ello para vivir el Reino de Dios siendo célibes (solteros). Pero el celibato (en el caso de los sacerdotes y personas consagradas, como los monjes o religiosos, por ejemplo) no podría ser vivido adecuadamente sin la Gracia del Espíritu Santo y la opción de la persona renunciando a la posibilidad de casarse. Por tanto, es fundamental que la persona se sienta llamada tanto para la vida matrimonial o para la vida sacerdotal o religiosa, dando su sí al Señor y así, recibiendo el auxilio de lo alto, viva en fidelidad a Dios, construyendo su Reino en este mundo.
Motivemos a que las personas que quieran casarse, sientan el llamado de Dios para ello y hagan un lindo proceso durante el noviazgo para asumir el compromiso y llenarse de la Gracia sacramental para afrontar todos los desafíos que trae consigo la vida conyugal. ¿Es posible vivir en fidelidad, en santidad la vida matrimonial? Nosotros tenemos tantos testimonios de personas que hicieron su opción y se dejan ayudar tanto por Dios (con todos los auxilios que nos da a través de su Iglesia), cuanto por personas con experiencia en la perseverancia en la vida matrimonial. Y también un llamado a los jóvenes que quieran vivir su vida renunciando a casarse y entregarla en el servicio total por el Reino de Dios, desde una vida consagrada.
Como tenemos cifras alarmantes en el porcentaje de quienes asumen el matrimonio sacramental y se separan, es fundamental tomar en serio lo que Jesús nos dice en el Evangelio. Y hacer un proceso adecuado, gradual, profundo para entender el llamado de Dios a esta vocación hermosa de sellar el compromiso en alianza sacramental, viviendo en castidad, esto es, en fidelidad a la voluntad de Dios en vistas al estado de vida al que Dios llama y al que la persona decidió asumir. Sólo con la Gracia se podría perseverar en santo matrimonio, si esa Gracia del Señor, será imposible lograr la adecuada fidelidad hasta que la muerte lo separe.


SÍGUENOS EN TODAS LAS REDES SOCIALES A TRAVÉS DE:

