“El Reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra.”
TERCERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Anuncien la gloria del Señor entre las naciones y sus maravillas entre los pueblos, porque el Señor es grande y digno de alabanza.
Sal 95, 3-4

Audios originales tomados de: panversia.com
Primera Lectura
Lectura de la Carta a los Hebreos
Hb 10, 32-39
Hermanos: Recuerden los primeros tiempos: apenas habían sido iluminados y ya tuvieron que soportar un rudo y doloroso combate, unas veces expuestos públicamente a injurias y atropellos, y otras, solidarizándose con los que eran tratados de esa manera.
Ustedes compartieron entonces los sufrimientos de los que estaban en la cárcel y aceptaron con alegría que los despojaran de sus bienes, sabiendo que tenían una riqueza mejor y permanente.
No pierdan entonces la confianza, a la que está reservada una gran recompensa.
Ustedes necesitan constancia para cumplir la voluntad de Dios y entrar en posesión de la promesa.
Porque todavía falta un poco, muy poco tiempo, y el que debe venir vendrá sin tardar.
El justo vivirá por la fe, pero si se vuelve atrás, dejaré de amarlo.
Nosotros no somos de los que se vuelven atrás para su perdición, sino que vivimos en la fe para preservar nuestra alma
P/ Palabra de Dios
R/ Te alabamos Señor

Salmo Responsorial
Sal 36,3-4.5-6.23-24.39-40
R/. El Señor es quien salva a los justos
Confía en el Señor y haz el bien:
habitarás tu tierra y reposarás en ella en fidelidad;
sea el Señor tu delicia,
y él te dará lo que pide tu corazón. R/.Encomienda tu camino al Señor,
confía en él, y él actuará:
hará tu justicia como el amanecer,
tu derecho como el mediodía. R/.El Señor asegura los pasos del hombre,
se complace en sus caminos;
si tropieza, no caerá,
porque el Señor lo tiene de la mano. R/.El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra, los libra de los malvados
y los salva porque se acogen a él. R/.

Evangelio
Lectura del santo Evangelio según San Marcos
Mc 4, 26-34
Sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo.
En aquel tiempo, Jesús decía a la gente: «El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga. Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha».
También decía: «¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola nos servirá para representarlo? Se parece a un grano de mostaza. Cuando se la siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra, pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo se cobijan a su sombra».
Y con muchas parábolas como estas les anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían comprender.
No les hablaba sino en parábolas, pero a sus propios discípulos, en privado, les explicaba todo.
P/ Palabra del Señor
R/ Gloria a ti, Señor Jesús

MEDITACIÓN
“Señor, tú conoces nuestro corazón, y sabes de qué estamos hechos, entra tú en él para que todas nuestras acciones y sentimientos estén orientados al bien. Amén”
En la primera lectura se nos invita a ser constantes, a ser valientemente cristianos en medio de un mundo hostil. No somos los primeros en sufrir contradicción y dificultad en el seguimiento de Cristo. Con la diferencia de que nosotros no hemos llegado probablemente a esos insultos y torturas, encarcelamientos y confiscación de bienes. Ha habido otros muchos cristianos no solo valientes, sino héroes en su fidelidad a Cristo.
olvidamos el protagonismo de Jesús y la fuerza intrínseca que tiene su Evangelio, sus Sacramentos y su Gracia, nos pueden pasar dos cosas: si nos va bien, pensamos que es mérito nuestro, y si mal, nos hundimos.
Estas dos bellas parábolas pueden alimentar y afianzar nuestra esperanza. No importan los aparentes fracasos, las grandes dificultades, la desproporción entre la escasez de nuestros medios de evangelización y la abundancia y gravedad de los problemas que debemos de enfrentar. Es el mismo Dios Padre quien hace crecer y germinar su Reino.
No tendríamos que enorgullecernos nunca, como si el mundo se salvara por nuestras técnicas y esfuerzos. San Pablo dijo que él sembraba, que Apolo regaba, pero era Dios el que hacía crecer. Dios a veces se dedica a darnos la lección de que los medios más pequeños producen frutos inesperados, no proporcionados ni a nuestra organización ni a nuestros métodos e instrumentos. La semilla no germina porque lo digan los sabios botánicos, ni la primavera espera a que los calendarios señalen su inicio. Así, la fuerza de la Palabra de Dios viene del mismo Dios, no de nuestras técnicas.
Por otra parte, tampoco tendríamos que desanimarnos cuando no conseguimos a corto plazo los efectos que deseábamos. El protagonismo lo tiene Dios. Por malas que nos parezcan las circunstancias de la vida de la Iglesia o de la sociedad o de una comunidad, la semilla de Dios se abrirá paso y producirá su fruto.


CÓMO SOLICITAR LA RELIQUIA EN PEREGRINACIÓN
¿Quieres unirte a Unpasoaldia, portal web católico, y hacer que contenido católico llegue a más personas? ¡¡¡Te estamos esperando!!!
Únete a nosotros con:
* tus escritos, audios, videos o noticias de contenido católico,
* tus ideas, homilías u otros recursos religiosos, o
* alguna otra forma de aporte.
Escribiéndonos a: contactounpasoaldia@gmail.com
Si quieres Donar para que sigamos creando y creciendo. Abundantes Gracias y Bendiciones https://www.paypal.com/donate/?hosted_button_id=STYYR9CCBWKUC

DESCARGA, IMPRIME Y COMPARTE
