“Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y voy al Padre.”
SÁBADO 20 DE MAYO SEXTA SEMANA DE PASCUA

Pueblo redimido por Dios, anuncia las maravillas del Señor, que te llamó de las tinieblas a su luz admirable. Aleluya.
(Cfr. 1 Pedro 2, 9)

Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan
Jn 16, 23b-28
“Les aseguro que todo lo que pidan al padre en mi nombre, el se lo concedera.”
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Yo les aseguro: cuanto pidan al Padre en mi nombre, se lo concederá. Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa.
Les he dicho estas cosas en parábolas; pero se acerca la hora en que ya no les hablaré en parábolas, sino que les hablaré del Padre abiertamente. En aquel día pedirán en mi nombre, y no les digo que rogaré por ustedes al Padre, pues el Padre mismo los ama, porque ustedes me han amado y han creído que salí del Padre. Yo salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre.
P/ Palabra del Señor
R/ Gloria a ti, Señor Jesús
MEDITACIÓN
“Es el mismo amor de Dios el que vivimos y compartimos entre nosotros y con cualquier persona que Dios nos regala hacerlo.”
La Revelación se hace cada vez más clara, el misterio sobre la Persona y la obra de Jesús se torna gradualmente más comprensible. Pero se supone mirar todo desde la luz de la Resurrección y la asistencia del Espíritu quien nos llevará a “toda la Verdad” o a la “Verdad completa”. Por otro lado, Jesús les dice que les hablará sin parábolas, con mayor claridad, garantizando a sus discípulos que sus oraciones serán escuchadas. Las parábolas son narraciones que recogen elementos de la cotidianidad para comunicar un mensaje, siempre escondido, donde se necesita la intervención de la inteligencia y de un discernimiento con la ayuda del Espíritu para comprender correctamente lo que se quiere comunicar. No es comprensible muchas veces para una persona que no esté auxiliada por Dios.
La frase “dentro de poco me verán” hace referencia al abandono con la partida de Jesús, que genera mucha tristeza en los discípulos y, posteriormente, muchísima alegría con su nueva presencia. Es la presencia espiritual de un ausente físico, pues nos dijo “yo estaré con ustedes hasta el fin de los tiempos” (Mt 28,20). La tristeza y la alegría son experiencias que acompañan permanentemente la vida del cristiano. Pero si no se siente en algún momento su presencia, hay que suplicar, pedir y pedir, y el Señor sí o sí nos responderá de alguna manera. Y si no nos concede aquello que pedimos, es o porque no nos conviene, o porque pedimos mal. Siempre lo que pidamos debería ser en el contexto de que se haga Su voluntad y no sólo la nuestra. En el tiempo presente que acontece, todavía existe un poco de oscuridad con relación a las cosas, que se verán con claridad en los tiempos últimos, así como expresa san Pablo: “Ahora vemos por un espejo y oscuramente, pero entonces veremos cara a cara” (1 Cor 12,13). Pero atención, en esta sección haciendo referencia a ese tiempo último ya llegó y los discípulos comprenden el sentido profundo de los signos realizados por Jesús. Entienden por fin el significado de ir al Padre que varias veces les dijo. Empiezan a descubrir (se les va quitando el velo o venda que cubre para que vean bien lo que tienen que ver) la perfección del conocimiento y la visión que creían se tendría sólo en el cielo. Es ver con los ojos de la fe.
Pero en muchas ocasiones pasamos por experiencia de aridez en nuestra historia como Santa Teresa de Ávila o la noche oscura (San Juan de la Cruz) que pensamos nunca pasará. Aunque la presencia de Dios en nuestra historia hace que amanezca, que se aclaren las ideas y el rumbo a tomar comprendiendo en profundidad que caminamos hacia la patria celestial, hacia el Padre, es nuestro destino principal y definitivo. Desde ese momento, nuestra relación con Él es distinta, ya no distante, sino cercana y viva, sintiendo que todo lo que nos dijo es real ya desde nuestro presente.
El ser humano en esta nueva relación se siente próximo a Dios. Una proximidad tal que según lo que creían en esa época, era propio del mundo futuro. Una característica del Evangelio según san Juan es aquello que se esperaba para el futuro, ya era una realidad en el presente. Esto nos da pie a contemplar el cielo desde nuestra tierra, saborear a Dios desde nuestra humanidad, porque existe una tal comunión con Dios, que todo lo que le pidamos, estamos seguros de que nos escucha (por la conexión íntima y real que hay con Dios). Existe una unidad tal entre Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y sus discípulos (nosotros, quienes creemos en Él y le seguimos), que sólo el Amor puede generar. Hay tanto amor del Padre por nosotros también porque le amamos y estamos plenamente unidos a su Hijo. Ese Amor que se hace carne en la fe en Jesús y su misión y proyectada a través de sus discípulos de todos los tiempos.
Existe un círculo de amor entre el Padre, Jesús y los discípulos. Es el amor el motivo por el cual Jesús vino al mundo: “Tanto amó Dios al mundo que envió a su Único Hijo” (Jn 3,16), se encarnó y compartió plenamente con todo su ser ese amor y regresa al Padre llevando consigo con amor la impronta de la humanidad. Pero antes envió a los apóstoles: “Así como el Padre me envió, yo los envío a ustedes” (Jn 20,21). “Así como” hace referencia al mismísimo amor con que fue enviado Jesús. Es el mismo amor de Dios el que vivimos y compartimos entre nosotros y con cualquier persona que Dios nos regala hacerlo. Al vivir esa experiencia desde una nueva dimensión, ya el conocimiento interior es claro y permanente que nos facilita cada paso por más sencillo y simple que debamos hacer, sea desde la voluntad de Dios. Y nosotros, desde nuestro aquí y ahora de toda nuestra historia, no podremos responder sino sólo con amor, pues amor con amor se paga.


CÓMO SOLICITAR LA RELIQUIA EN PEREGRINACIÓN
¿Quieres unirte a Unpasoaldia, portal web católico, y hacer que contenido católico llegue a más personas? ¡¡¡Te estamos esperando!!!
Únete a nosotros con:
* tus escritos, audios, videos o noticias de contenido católico,
* tus ideas, homilías u otros recursos religiosos, o
* alguna otra forma de aporte.
Escribiéndonos a: contactounpasoaldia@gmail.com
Si quieres Donar para que sigamos creando y creciendo. Abundantes Gracias y Bendiciones
https://www.paypal.com/donate/?hosted_button_id=STYYR9CCBWKUC

DESCARGA, IMPRIME Y COMPARTE
