Un piadoso campesino, por un exceso de celo, robó una Hostia consagrada para llevarla a su granja.
Por qué las HOSTIAS CONSAGRADAS tienen un Valor Incalculable
La hostia consagrada por un sacerdote se transforma en el cuerpo y la sangre de Cristo. Nos bendice cuando la comemos sin pecados. Y es tal su poder que los satanistas las usan para realizar maldiciones.
Dios nos muestra con sus milagros eucarísticos que cada hostia y sus partes contienen su verdadera carne y sangre. Hoy podemos apreciar varias perversiones.
Por un lado los robos de hostias incluso para hacer ritos satánicos. Y por otro lado el poco cuidado que en la propia Iglesia se observa, en algunos casos, en el manejo de las partículas.
EL ROBO DE HOSTIAS CONSAGRADAS
El robo de hostias consagradas crece en la medida que aumentan los cultos de santería y satánicos. Las hostias se roban de dos maneras, según los expertos:
“Sustrayéndolas directamente de los sagrarios. O lo que resulta más fácil, yendo a comulgar en la mano y guardando la hostia en el bolsillo en vez de tragarla”.
Esta es una razón más para pedir que se comulgue en la boca. Las parroquias se defienden pidiendo la comunión en la boca.
Porque los cultos satánicos saben cómo usar la hostia consagrada para sus misas negras u otros rituales y le dan su real valor, aunque para un uso contrario.
EL USO DE HOSTIAS CONSAGRADAS EN RITOS SATÁNICOS
Por medio de tales ritos se pretende mandar una maldición o realizar algún hechizo a una persona concreta. Se piensa que el mejor momento será por la noche, en un particular período de tiempo en el cual la persona está dormida (por ejemplo, dos horas antes de despertar).
De ahí que los ritos satánicos comienzan, en general, en las horas nocturnas. Los lugares precisos donde se realizan son escogidos dependiendo de la posibilidad de organizar todo con cierta reserva; en algunos casos, en cementerios o iglesias en ruinas.
Durante los ritos satánicos, algunos grupos llegan a profanar cadáveres, o cometen actos de violencia física incluso sobre menores y hasta homicidios rituales. El rito principal de todo grupo satanista, es decir, la misa negra.


En el 1125, en la aldea de Bettbrunn, un hombre intensamente devoto del Santísimo Sacramento, a causa del celo porque no logró ir a misa todas las veces que deseó, como solución para poder adorar a Dios, decidió substraer una hostia consagrada.
El campesino practicó un agujero en la extremidad superior sobre el bastón que llevó consigo y escondió la Hostia.
Cuando el ganado descansó, el hombre clavó el bastón en el terreno, y se arrodilló delante del Santísimo por muchas horas. Por muchos meses el campesino hizo así hasta que un día, distraídamente, lanzó de impulso el bastón que encerró la Partícula contra el ganado que se había alejado demasiado.
La Hostia cayó en la tierra y el hombre, intensamente amargado, se inclinó para recogerla. Cada intento por levantarla de tierra le resultó inútil y entonces fue a llamar al cura de Tholling.
También al sacerdote le fue imposible recogerla y así pidieron ayuda al Obispo de Regensburg, Hartwich, que fue enseguida al lugar del Prodigio con todo el clero.

Sólo cuando el Obispo prometió construir en aquel lugar una capilla la Hostia se dejó levantar de la tierra.
La construcción de la capilla fue terminada en el 1125 y la preciosa Reliquia fue conservada en este lugar hasta el 1330, cuando un incendio lo destruyó todo.
La capilla fue reconstruida, y en su interior fue puesto uno de los pilares que se salvó del incendio.
